Psicodelia tameimpalera y ejecución spinetteana se cruzan en este bello EP de cuatro canciones. El ex dúo, ahora cuarteto, Dead Berlin nos regala un trabajo tan viajero como popero, digno de permanecer en tu cabeza de principio a fin por un largo tiempo. Dos es un excelente combo de canciones relajadas con aire introspectivo, siempre bien cargadas de delay y reverb. Cortito, fresco y al pie.

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Dos noruegos (Röyksopp) y una sueca (Robyn) unieron sus mentes para producir un EP mucho mas que interesante. Do it Again está lejos de ser un par de temas bailables «formuleros»; es un viaje de 35 minutos y 24 segundos en donde matices y capas de sintetizadores te llevan de un lado a otro. La producción de cada tema (de 7 minutos promedio), está tan pensada que en ningún momento te aburre, siempre hay un arreglo o un concepto nuevo.

Da la sensación de que este EP lleva a la música electrónica mas comercial a un plano mucho más interesante.

 

 

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Baibai a la guitarra psicodélica,  y los flequillos goth: el Ian Mc Culloch que se iba al humo con Robert Smith necesita un meteorito en el centro del cuerpo que le encienda el pecho frío. Lejos del desgarro de Ocean Rain, Meteorites es  wannabe post-punk con gustito a sudor de viejo con remera de Joy Division. Es un LP salado: la voz y la guitarra que conocíamos y amábamos se vuelven análogas a cortarse la carótida con una Traviata húmeda.  Salva la producción de Youth (bajista de Killing Joke), pero donde ya no existe el puño rítmico de la dupla Will Sargeant y Les Pattison, existen temas como Is this a breakdown? y Holy Moses, cuando menos insalvables. Cinco para el peso te faltan, McCulloch. 

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El tercer disco de los neoyorkinos los encuentra más dulces que nunca, casi empalagosos. Days Of Abandon está lleno de amor, desamor, melodía y baterías ochentosas al estilo A-ha. La voz de Kip Berman está siempre en primer plano, contándonos cómo no puede dejar de ser una persona llena de sentimientos y conflictos, todo en clave pop. El disco está bien, pero no tiene grandes momentos. Es lo que en la enciclopedia de las bandas figura como «disco de transición».

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Luego de su trabajo en colaboración con Elvis Costello, The Roots vuelve con disco propio en el que satirizan sobre la violencia instaurada en el género hip-hop y en la sociedad en general. La música se pasea por un ecléctico ambiente de cámara que va de lo clásico, al jazz y juega con sampleos de Nina Simone o Mary Lou Williams. Todo esto enmarcado dentro del hip-hop característico de la The Roots.
En general, se puede decir que es un disco tranquilo y poco combativo. Incluso se animan a una bella balada junto a Mercedes Martinez y un cierre Soul con todas las letras en Tomorrow.

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Feast of the Broken Heart es el nuevo proyecto de Andy Butler, en el que el concepto es interesante pero la ejecución nos deja algo insatisfechos.

Todas las bases rítmicas están hechas con las clásicas drum machines  y sintetizadores que todos escuchamos en el house noventero. Las melodías de voz están buenas, pero son tan tibias que no nos transmiten nada y esos recursos que antes explotaban, hoy en día no nos llaman demasiado la atención, al menos de esta forma tan clásica.

El disco es movido  para escuchar tranquilamente en tu casa, y muy chato para ser un pack de tracks activadores.

El gran desafío es encontrar el momento en el que lo vas a escuchar.

 

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Si te gustan las canciones de amor y esos raros peinados nuevos, te presento tUnE-yArDs, una de las joyitas del sello 4AD. Este dúo compuesto por Merrill Garbus y Nate Brenner continúa afianzándose como dupla compositiva, luego de su bien ponderado Whokill (2011).

En este tercer disco, Merrill se pasea con su tono andrógino  por el rango soprano con una habilidad asombrosa, posibilitando una amplia variedad musical fundamentada en la experimentación. Es difícil caracterizar su sonido debido a la gran cantidad de recursos que ponen sobre la mesa del estudio. Rap, ritmos espasmódicos, letras introspectivas, elegancia soul y el uso brillante de la loopera, son apenas algunos de los rasgos distintivos de esta banda.

Si buscas un hit, probá con Water Fountain; si lo tuyo son las letras, dale play a Time of Dark. Ahora, bien, si te gustan las genialidades escuchá Rockin’ Chair.

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