El tercer disco de los neoyorkinos los encuentra más dulces que nunca, casi empalagosos. Days Of Abandon está lleno de amor, desamor, melodía y baterías ochentosas al estilo A-ha. La voz de Kip Berman está siempre en primer plano, contándonos cómo no puede dejar de ser una persona llena de sentimientos y conflictos, todo en clave pop. El disco está bien, pero no tiene grandes momentos. Es lo que en la enciclopedia de las bandas figura como «disco de transición».