Bandera de Niebla

julio 28, 2014

El concepto de Super Banda es tan ambiguo como aleatorio. ¿Qué los define como tal? ¿Serían como La Liga de la Justicia pero con Superpoderes musicales, con super riffs, super virtuosos (tanto en composición como en creación), super apuestos e invencibles? La lista es tan larga que nos da hasta pereza enumerar los prototipos. Un conjunto de músicos con renombre no necesariamente implica calidad artística, originalidad y que rompan todas los récords de venta y convocatoria. ¿O acaso Led Zeppelin comenzó siendo una Super Banda? No señores, ¡claro que no!

Con eso y con todo, se tiene en consideración el background de cada músico; pesa en balanza, define jugadas y establece el carácter del grupo. Pues entonces, si tenemos en cuenta esos atenuantes, Bandera de Niebla probablemente esté jugando en Primera A si antes tener que haber peleado la Promoción o competir en una categoría inferior. La colérica garganta de Adrián Outeda (miembro fundador de NDI y cabeza imperante en Satan Dealers), consolidó criterios junto a Hernán Espejo (Vrede y su proyecto personal, Compañero Asma), Ignacio Brizuela (ex Fantasmagoria) y Martín Méndez (ex bajista de Dragonauta y de, casualmente, Compañero Asma). Todos ellos completan el Dream Team del Post Hardcore y Crossover doméstico, como si OFF! Tuviese una franquicia y Bandera de Niebla se transformase así en el faro sudamericano de la promesa. Desindustrial es su primer EP (se puede descargar gratis desde Bandcamp), y prometen una inminente segunda parte del mismo. Son cinco tracks espesos de dientes apretados ejecutados en menos de quince minutos, que le dan esperanza a una nueva generación de adeptos y enarbola la bandera de los que alguna vez cayeron en desgracia, pero que aún la siguen batallando. No todo está perdido. Sigamos creyendo.