Deerhunter – Monomania

junio 26, 2013

El de Deerhunter es un caso raro, sin duda alguna. No me termino de inclinar bien por alguna de estas dos teorías: o nunca se conforman y vuelven a cambiar, o están satisfechos, por eso siguen adelante y a otra cosa. Evidentemente poco se interesaron ante las miradas incrédulas de aquellos que ya consagraban a Microcastle (2008) como obra maestra. No se tampoco si alguna vez se hayan propuesto ser los mejores, pero estaban destinados a algo especial, eso está claro. Si mientras la mayoría de los niños jugaban a la mancha o lo que sea, el joven Bradford se ponía un vestido, enchufaba su guitarra y toca encima de In Utero, era obvio que su futuro estaría marcado por otro signo.

El mismo Cox había declarado, tras haber lanzado el renombrado Cryptograms, que el próximo disco de Deerhunter tendría poco y nada que ver con éste. Lo mismo sucedió tras Microcastle: desarmar para rearmar y, claro, la historia se repite con Monomania: atrás queda el bellísimo Halcyon Digest. Lo habían adelantado sus amigos los Black Lips cuando anunciaron en su twitter que se venía «el disco más post punk de los últimos 30 años».

Monomania muestra rastros de sus predecesores, pero estableciendo una identidad propia. Esta vez, los chicos de Atlanta vuelven a meterse en el barro como en sus comienzos, solo que ahora lo hacen con estilo. Y aparente o no, es el desorden la piedra angular que les dará cuerda a las canciones.

Así es como arranca el empuje de Neon Junkyard y Leather Jacket II, para pasar a la belleza exuberante de The Missing (una vez más Lotus Plaza se despacha con la mejor canción del disco) y volver luego a la desprolijidad inicial. «Es un ciclo interminable» dice Cox en Back to the Middle (que bien podría ser una canción de Television). Irónicamente, es esta inconstancia la que nos mantendrá atrapados a lo largo del disco: ejercicios como pasar por la alegría mendigada a T. Rex de Pensacola al groove bailable de T.H.M, son transiciones que nos dejarán pidiendo por más en medio de otra obra maestra de una de las mejores bandas de rock de los últimos años.

DEGUSTACIÓN

DEERHUNTER: ‘Dream Captain’