Trebian – La Siesta de las Bestias

abril 24, 2013



Desde los comienzos del amor que une al Hombre y a la guitarra, la balada ha sido adaptada a todos los idiomas para convertirse en la Canción Tradicional. Este antiguo género, como sabemos, dio incontables baluartes. Bastaría con nombrar ejemplos como Bob Dylan, Nick Drake o Caetano Veloso (el Spinetta brasilero). Todos ellos y muchos más son procesados dentro de la música de Trebian. El, ahora, quinteto definido que comandan  Sofía Galarce y Martín Mikulik ofrece su segundo material de estudio bajo el nombre de La Siesta de las Bestias (una vez más producidos por Marcelo Ezquiaga).

A diferencia del disco homónimo de 2009, éste suma batería y bajo a todos los temas y genera quizás ese groove necesario para que un álbum austero no se torne aburrido. Además de letras reflexivas que abordan conceptos metafísicos, psicoanálisis hasta mantras krishnaístas.

Demostrando que los años no vienen solos, Trebian luce más enérgico, más maduro y más arriesgado, además de un noble conocimiento de la música del último siglo. Las voces de Galarce y Mikulik se amalgaman en melodías fluídas y diversidad de géneros. Preludio transmuta de una bossa a un folk-rock al estilo My Morning Jacket o Wilco.

Mar del Plata – «vacaciones, felicidad. En La Perla, pescando en la oscuridad del mar» – es otro gran momento que ofrece esta placa. Una canción romántica que simplifica con esta ecuación una vida sin problemas.  Para dormirse abrazado al profundo delay de la guitarra.

Por último otras novedades «“ si se quiere «“ dentro de la música de Trebian son dos canciones que apelan a paisajes oníricos de luces bajas. Amor a Estribor es una especie de Weird Fishes/Arpeggi, que merece toda nuestra atención. Y el tema que da nombre a la palca pone el broche final con un claroscuro que varía de intensidades entre el folk psicodélico de Incredible String Band y el rock ácido de los Grateful Dead.

Dentro de esta inabarcable tradición de componer baladas, La Siesta de las Bestias es un disco impecable, sin impurezas ni sobrecargas. Una justa medida para endulzar cualquier mañana de sol.

DEGUSTACIÓN