Devendra Banhart – Mala

abril 10, 2013



Al parecer, en este último trabajo el multifacético trovador originario de Texas pero de raíces venezolanas reconoce los desaciertos de su predecesor y retoma la senda del folk experimental de baja fidelidad (freak folk, para los amigos). What Will We Be, editado en 2009 a través de la gigantesca compañía Warner Bros., significó para Devendra jugar en primera, con un sonido más mainstream y limpio, pero que no le generó el rédito esperado ni tampoco cosechó muchas críticas positivas. El primer detractor fue él mismo, quien ha llegado a decir que en el estudio «se perdía» y no sentía que fuera «su» álbum, dada la gran cantidad de personas que intervinieron en el proceso. Por eso, para el registro de Mala utilizó simplemente una porta-estudio de cuatro canales comprada en una casa de empeño; a sus compañeros musicales de siempre (Noah Georgeson y Josiah Steinbrick) y unos cuantos efectos generados de la manera más analógica posible.

Esta merma de sus pretensiones se nota a lo largo de la placa, matizada por un pequeño y casi inaudible zumbido presente en muchos de los tracks, producto de la grabación en cinta. Arranca con una oscura introducción titulada Golden Girls, que le da paso a canciones más tradicionales a su estilo, como Daniel o The Ballad of Keenan Milton (instrumental). También se presentan combinaciones de tinte épico-surrealista como Für Hildegard Von Bingen, que parodia el abandono de la abadía de una escritora y profetisa alemana de la Edad Media para dedicarse a ser VJ en boliches de la ciudad, o la excelente construcción de corte western que encierra Never Seen Such Good Things. En Your Fine Petting Duck el músico se toma la libertad de recorrer diversos géneros acompañado a dúo por su novia, la artista plástica serbia Ana Kraš. Ella le implora que vuelva a pesar de las miles de fallas que él cometió y se encarga de recordar a través de los versos. El final, cantado en alemán, resulta ecléctico y electrónico: casi como salido de otro disco.

Destaca la contraposición entre la alegre Won´t You Come Over, muy a lo Jack Johnson, y el carácter melancólico de Won´t You Come Home. Además, entre las catorce piezas queda espacio para boleros en español (Mi Negrita) o para la languidez depresiva de A Gain, un acertado intermezzo que corta la obra por la mitad. Se despide en un intento de góspel de letra satánica titulado Taurobolium, con un telón de sonidos que emulan sintetizadores y en realidad son pájaros cantando.

En este retorno a las fuentes, Devendra Banhart sale victorioso. Mala, para aquel que era adepto a la carrera del autor, seguramente implique la revalidación de su talento y provoque más felicidad que bostezos. Para el resto, quizás sea más difícil de digerir y solo signifique un LP más del barbudo de nombre raro.

DEGUSTACIÓN

DEVENDRA BANHART: ‘Never Seen Such Good Things’