The Smashing Pumpkins – Oceania

junio 29, 2012

The Smashing Pumpkins

Oceania

2012 – EMI

[6.5]

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Una banda como The Smashing Pumpkins, altamente significativa en épocas pasadas, se encontraba en una especie de pausa o estado vegetativo. Con Oceania, noveno LP de estudio de Billy Corgan & cía, las cosas cambian para bien.  Hay un disco nuevo disponible que está a la altura de su reputación y a la altura de lo que esperan los fans.

Con varios aciertos después de algunos desaciertos por parte de la calva cabeza detrás de todo esto, el álbum parece ser parte de un proyecto aún más abarcativo que lleva el nombre de Teargarden by Kaleidyscope, que consistía en lanzar periódicamente EPs y canciones sueltas vía web de manera gratuita (de ahí la referencia a Oceania como «un álbum dentro de un álbum»). Corgan dijo que, según su opinión, el formato LP era obsoleto en los días que corren, algo que parece contradecirse con este reciente lanzamiento. La verdad es que este álbum es lo único que puede darle una forma y presencia más contundente al ¿innovador? intento de carácter conceptual abordado con Teargarden.

Con grandes momentos (y otros no tanto), Oceania cada tanto nos da la sensación de ser una especie de retrospectiva de trabajos anteriores pasados por un filtro en clave de rock progresivo y de estadios. Con elementos relacionados al despliegue instrumental y fresco de guitar heros, presente en gemas de los noventas como lo son Gish (1991) y Siamese Dream (1993), se genera la simpatía del escucha en los tracks Quasar, Inkless y The Chimera, casi haciéndonos creer que los Pumpkins están de vuelta en una posición sólida. También parece tratar de repetirse la solidez estructural del bien logrado doble LP Mellon Collie and The Infinite Sadness (1995), aunque el actual álbum resulta a veces algo pretencioso y no cubre del todo las expectativas que él mismo crea.

Por otra parte, la característica efectividad pop de la banda no se hace presente, a lo que su líder alega que este disco debe ser concebido como unidad. Pues no se siente como tal, más bien tiene canciones más destacables que otras, e incluso dentro de una misma canción hay partes mejor logradas que otras. De hecho, hay muchos elementos y melodías de carácter pop, como en One Diamond One Heart, Pinwheels y Glissandra, pero no te parten la cabeza o te conmueven en el nivel en que lo hacían en sus días gloriosos, sino que terminan caducando por ser consideradas más del montón.

The Smashing Pumpkins ya es una banda vieja que tuvo altos y bajos y que definitivamente tuvo mejores épocas, y esto influye a la hora de escuchar un disco nuevo que difícilmente sea mejor que sus discos más geniales. Oceania es un trabajo muy bien logrado, pero la comparación es inevitable. El secreto quizá sea pensarlo como si estuviera desligado del resto de la discografía de la banda, considerándolo como una obra producto de una mente madura y reconocer sus aciertos y complejidad en lo compositivo. Canciones como la que da nombre al álbum, Pale Horse o Violet Rays.

DEGUSTACIÓN

PALE HORSE