Die Antwoord – Ten$ion

marzo 1, 2012

Die Antwoord

Ten$ion

2012 – ZEF

[7.6]

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Los tipos de Die Antwoord son tan incorrectos «“política, musicalmente y en todos los sentidos posibles- que la mayor parte de la crítica los detesta o, para caer directo en el lugar común, no los entiende. Y es que justamente no hay nada que entender, al contrario, la clave es disfrutar del sinsentido, lo inexplicable y dejarse interpelar por la provocación y el malestar que la troupe demencial de Sudáfrica genera con total consciencia. Porque convengamos algo: ¿cuándo fue la última vez que una banda más o menos mainstream a nivel mundial molestara tanto? Marilyn Manson en sus épocas de esplendor, quizá; pero incluso acordarse de eso ya requiere de un esfuerzo. La cuestión es que numerosas «˜voces autorizadas’ los odian así que algo deben estar haciendo bien, muy bien.

Aunque también es cierto «“no hay que olvidarlo- que en todo este despliegue de imaginaria y actitudes descaradas la música nunca debe dejar de ser el arma principal para explotar cabezas, sino sólo nos queda ruido blanco. Y sí, Ten$ion en ese sentido está un paso por detrás de un debut mucho más rico y laburado como fue $O$. El problema aquí es que entre tanto skits e interludios este segundo trabajo tiene más relleno que un pavo navideño. Excepto por la atrapante Zefside Zol que igualmente es una lástima que no llegue al minuto, la jodita del tío pervertido (Uncle Jimmy) y la prepotencia homofóbica de DJ Hi-Tek Rulez «“tranquilos que el propio DJ es gay así que, de nuevo, no hay que tomarse esto muy en serio- son fácilmente salteables y no resisten una segunda escucha. Así, Ten$ion como totalidad tiene algunos baches que entorpecen el recorrido.

Y hasta ahí las pálidas porque Ninja y Yo-Landi Vi$$er no se olvidan de revolver la basura para entregar canciones que son puro regocijo culposo. Manteniendo las dos direcciones que hacen de Die Antwoord un espécimen rap-rave, tenemos por un lado las caricaturas gangsta rap de Ninja (payasadas que bien le vienen al subgénero para descontracturarse un poco) en temas como la saltarina So What? y la terriblemente hot U Make a Ninja Wanna Fuck. Por el otro, la veta bailable se desarrolla en el rave manija de Baby’s On Fire y en la electrónica más noventosamente chabacana de I Fink U Freeky, un hit demoledor que resulta incluso más adictivo que Enter the Ninja, el otro monstruo de su repertorio.

Justamente este último tema repite con insistencia «I find you freeky and I like you a lot». Eso es Die Antwoord: gustar de lo freeky, por ser freeky. Podría decir pretty y todo sería más fácil. Y aburrido. Pero no, por suerte no dice eso.

DEGUSTACIÓN

U MAKE A NINJA WANNA FUCK