The Twilight Sad – No One Can Ever Know

febrero 22, 2012

The Twilight Sad

No One Can Ever Know

2012 – Fat Cat

[6.5]

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.La música es el idioma universal, pero las palabras que muchas veces la acompañan no lo son. ¿Inglés? ¿Alemán? ¿Qué es eso que suena? Si bien estamos acostumbrados a escuchar idiomas ajenos algunos llegan o resaltan más que otros. Hay ciertas formas de pronunciación que suenan agradables y otras que no. Esto que suena «“ la voz de James Graham, la voz de The Twilight Sad– es inglés con un marcado acento escocés. Lo de agradable o no va a criterio y conocimiento de cada uno.

Ambientes oscuros con sintetizadores un tanto tétricos caracterizan el tercer álbum de este trío. Suena austero, serio y frío, mostrando ambientes donde Joy Division o Cabaret Voltaire parecen asomarse por momentos. Las palabras acompañan, a tal punto que los padres de Graham, quien además de cantar compone las letras, se asombran al leer el enojo que sale de las canciones de su hijo. La música como catarsis, la honestidad y apertura ante todo, honestidad que no es fácil de encontrar estos días donde el marketing dibuja sentimientos plásticos.

La finalidad de la banda es crear discos que se lean como una totalidad, como un libro. A lo largo de la historia resaltan capítulos como Sick, gracias a esa calidez que aporta la melodía de la guitarra, o Another Bed, que se muestra con un ritmo movedizo y rígido a la vez. Kill it in the Morning con su distorsión y fuerza industrial es seguida, como no podía ser de otra manera, por A Million Ignorants, un trágico final donde las palabras ya no son necesarias. No One Can Ever Know no es un disco de verano, no es fácil de digerir, pero la oscuridad también puede tener su lado atractivo.

DEGUSTACIÓN

SICK