Gonjasufi – MU.ZZ.LE

febrero 20, 2012

Gonjasufi

MU.ZZ.LE

2012 – Warp

[7.2]

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Lo más significativo de A Sufi and a Killer (2010), primer largo del enigmático Sumach Ecks (o Gonjasufi) consistió en la construcción de un concepto propio a través de samples e influencias tan variadas como insondables. Bajo el protectorado de luminarias de la escena del hip-hop de avanzada de Los Ángeles como Flying Lotus o The Gaslamp Killer, Gonjasufi logró enhebrar un hilo conductor entre los más variados sonidos extraídos de sus profusas colecciones de vinilos. En esta singular miscelánea habitaban referencias habituales como pop, rock, funk, soul, y psicodelia en perfecta convivencia con otras menos comunes como avant garde y folk de medio oriente, una producción lo-fi y los beats de Lotus y Killer forjando los cimientos sobre los cuales la sucia y profética voz de Gonjasufi echaría a andar.

En MU.ZZ.LE, el ¿segundo álbum? (o mini-álbum ya que son 10 tracks con una duración total que no llega a los 25 minutos) nos encontramos a un Gonjasufi ya desprendido de sus antiguos compañeros y abocándose él sólo a la tarea de producir y samplear. La cosmovisión impartida desde las canciones de A Sufi and a Killer se mantiene, aunque la ausencia de Gaslamp Killer se evidencia en una menor riqueza de sonidos y abundancia de texturas, es decir, una propuesta más simple y austera. Del total de diez canciones que componen el disco, ocho son poco más que un ejercicio, una propuesta, una intención que no prospera. Una estructura rígida pero oscilante, con mínimas variaciones ni mayor desarrollo a lo largo del track. Claros ejemplos son el tema de apertura White Picket Fence o Feedin’ Birds con su guitarra pendular y, como nota de color, su mujer en los coros.

Pero las dos canciones restantes (las únicas que alcanzan los 3 minutos) son las que conforman los picos del álbum. Nickels & Dimes da comienzo con unas risas de niños y se apoya en un fantasmal y profundo órgano para girar en torno a la idea del derroche en las sociedades de consumo. The Blame es sin duda la mejor canción del disco. En ella la violencia y la muerte inundan las letras mientras insistentes drones en el fondo y un beat oscuro dan cuenta del peso insoportable de la culpa tras un asesinato.

Tras un par de temporadas difíciles, Gonjasufi reencontró el control de su vida a través del yoga y de la literatura mística islámica a la cual accedió a través de amigos musulmanes, para luego volcarse en el sufismo. Esta rama del Islam aspira al más alto grado de la espiritualidad, a la unicidad con Dios a través de un camino de conocimiento. No nos queda claro aún si MU.ZZ.LE consiste en un disco menor o punto de inflexión. Lo que si nos queda claro es que la incipiente carrera de Sumach Ecks es un camino que debemos seguir recorriendo.

DEGUSTACIÓN

THE BLAME