Massacre – Ringo

agosto 30, 2011

Massacre - Ringo

Massacre

Ringo

2011 – Pop Art

[7.6]

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«Vengan a escuchar lo que hablan por atrás»
invita Walas, el gordo con más onda del rock mundial, que se sube al cuadrilátero con los guantes del gran Oscar Bonavena para transformarse en un ícono del rock viral con Ringo, uno de los discos argentinos del año.

Aferrado a las cuerdas de Pablo Mondello y Federico Piskorz, Ringo gana por knock out en once rounds que ofrecen lo mejor del espíritu punk de estirpe glamoroso y borderline que yace innato en Massacre. Con historias sobre héroes que superan los límites de su propio amor, que escapan de la ley y regresan como modelos para estatuas, o de aquellos anónimos detrás de las grandes revueltas sociales que hoy gritan «basta» en buena parte del mundo, la banda que lleva veintitrés años en las pistas (de skate) goza de «buena salud universal».

Para Ringo se planteó un trabajo en conjunto con Alejandro Vázquez (Carajo, Intoxicados y Bersuit) y el ingeniero Tom Baker (Stone Temple Pilots, Marilyn Manson y Beastie Boys, entre otros), quienes pulieron el mejor audio que Massacre podía ofrecer después de cuatro años de sobreexposición mediática y quiebre comercial.

Los puntos altos están marcados por el pulso asesino del principio con La Web del Siglo, el simple Tanto Amor, Tengo Captura y Celebrity. La Virgen del Knock Out comienza con una locutora de Crónica TV relatando la historia que justifica parte del concepto del disco y tira manos al mentón a fuerza de killer riffs diosificando a uno de los ídolos olvidados del deporte nacional (Almafuerte ya le había dedicado una canción al legendario boxeador). También encontramos un muy buen trabajo de la sección rítmica a cargo de la batería de Charly Carnota y Luciano «Bochi» Facio en bajo.

Muerte al Faraón invita a quien le quede la corona a que se haga cargo. Y el final llega a puro cuelgue como conteo del cierre del combate donde Ringo espera la campana de pie y una declaración de principios titulada Lo Mío no es Tan Grave. Diario mental sin grupo etáreo que se para de frente ante alguna mirada de reojo y clausura el viaje con recursos extramusicales de esos que aparecen en su justa medida a lo largo del álbum.

Independientemente de lo que ofrece la escena nacional, donde lo que manda es el indie con epicentro en Palermo, no está mal festejar cuando la gran maquinaria industrial Pop Art lanza un disco más que decente, de un grupo que hizo el crossover del culto made in Palestina al Luna Park. La propia metáfora está en las palabras de Walas en Tanto Amor: «Encendieron apenas una luz que, sin embargo, brillará en la eternidad».

DEGUSTACIÓN

LO MIO NO ES TAN GRAVE