Eleanor Friedberger – Last Summer

agosto 23, 2011

Eleanor Friedberger - Last Summer

Eleanor Friedberger

Last Summer

2011 – Merge

[7.8]

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Cansado de la gira, enamoradizo, sincero y efectista a la vez, Alex Kapranos le escribió una canción a su novia que estaba lejos. La balada, titulada Eleanor Put your Boots on, terminó yendo a parar al segundo disco de Franz Ferdinand y es quizás de las cosas más lindas que el escocés vaya a escribir alguna vez. Detrás de esa canción, que está bien arreglada, que es confortable, que se deja escuchar lo más bien, está la figura indeleble de Eleanor Freidberger, una chica que hizo siempre mejores canciones que Kapranos.

Los oyentes de los Fiery Furnaces, la banda que Eleanor comparte con su hermano Matthew Freidberger, siempre sospechamos que él era el intelectual en términos musicales, el formado, el comprometido con la forma. Eleanor, por su parte, más frontman y pragmática, aportaba el estilo descontracturado y concreto del pop/rock. Esa combinación, el hecho que fueran hermanos y que complementaran tan bien sus aptitudes, es aquello que les da ese encanto tan particular que destilan sus discos.

Y Last Summer, este primer disco solita de Eleanor, es la confirmación grácil y explicita a la vez de todo eso que ya sabíamos: que Eleanor es mucho más que la cantante cool de un grupo indie. Porque la simplicidad, junto a la sutil ausencia de los gestos técnicos de su hermano, lejos de restarle poderío, le dan a las canciones de su disco la ventaja de lo inesperado, de la sorpresa, el ingrediente intangible que tiene una primera piña. Porque no esperábamos de ella un disco de melodías tan simples y encantadoras, no esperábamos que simplificara, porque prejuiciosamente nos la imaginábamos enloqueciendo todo un poco más. Y nos equivocamos.

Por si a alguien le hacía falta confirmarlo, Eleanor termina de recibirse de cantante en este disco, sobre todo en la relación muy estrecha de la composición con la voz, como si el foco estuviera mucho más puesto en cantar las letras, que en resaltar innecesariamente lo que significan esas palabras puestas todas juntas. Y esto lo hace absolutamente consciente de la sonoridad de las palabras, haciéndose cargo del acervo pop de siempre para reformularlo y discutirle, renovarlo o evocarlo veladamente pero nunca para ningunearlo.

Emociona que la Freidberger solista, en vez de obturar el catálogo de su banda, en vez de tomarlo como una especie de pasado oscuro que nos persigue y define y que hay que sortear de cualquier manera, haya podido absorberlo. Ese fue el peso con el que tonificó su músculo compositor pero para hacer algo distinto, más simple, más directo, menos retorcido, que es de ella y de nadie más.

DEGUSTACIÓN

MY MISTAKES