Vetiver
The Errant Charm
2011 – Sub Pop
[6.7]
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Otra vez Vetiver, otra vez la saeta del freak-folk incrustada forzosamente en los cráneos de los distraÃdos y los ilusos que fueran a buscar un disco de pop cualquiera y se encontraran con los estertores de un movimiento chiquito pero exacerbado a tal punto que exaspera a cualquiera que haya leÃdo dos reseñas de Pitchfork seguidas.
El prejuicio o el cansancio podrÃa habernos hecho huir de este disco instantáneamente en cuanto viéramos quienes lo firman y, sin embargo, sin siquiera darle una oportunidad, nos hubiéramos perdido un disco de pop sencillo y sensible, transparente pero sin caer en facilismos, con guitarras que nos envuelven para hacernos aguantar esos treinta segundos de más que siempre definen si lo que suena vale la pena o si hace falta saltar al próximo track.
Y lo cierto es que ya en Tight Knit, su disco anterior publicado en 2009, Andy Cabic y los suyos se habÃan sacudido de encima la polvareda que levantó ese renacer retro futurista del freak-folk para hacer canciones que tuvieran mucho más sentido dentro del amplio espectro de la tradición de la cultura pop, y menos que ver con una atadura más o menos estratégica, más o menos forzada a un genero que habÃa cumplido con su tarea en esos dos o tres discos fundacionales que todos escuchamos y que, seamos francos, ya no daba para más.
The Errant Charm es punzante cuando tiene que serlo, amable con el oÃdo en sus pasajes menos inspirados y, lo más importante de todo, no parece hecho a los ponchazos. Un disco es parejo cuando ninguna de sus canciones hace notar una falta de esmero o de merito, y en ese aspecto Cabic fue como una madre amorosa que se ocupó de distribuir iguales dosis de amor a cada uno de sus hijitos/canciones.
Si bien no representa el momento más álgido de la carrera de los Vetiver, esta última entrega los instala en un lugar de la industria que los deslinda de la expectativa hipster de la novedad para pasar a ser una banda que puede tener buenos o malos momentos, pero que ya no depende de los bautismos de categorÃas modernas tÃpicos del hype. Quizás la próxima venga lo bueno de verdad.
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DEGUSTACIÓN
WONDER WHY
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