WU LYF – Go Tell Fire to the Mountain

En la prehistoria de The Rolling Stones encontramos una canción llamada The Singer not the Song (en castellano: El cantante, no la canción) que se convierte, de alguna manera, en las antípodas de lo que produce escuchar el debut de este cuarteto mancuniano: las canciones y, principalmente, el fluir de ellas es más importante que el cantante o cualquier otra individualidad. En tiempos donde el mp3 ha impuesto la tiranía de la canción, WU LYF sorprende al crear con Go Tell Fire to the Mountain un atrapante y perturbante viaje sonoro donde el viaje mismo es tan importante como el destino y donde no importan los conductores ni las paradas.

Es cierto, las paradas de este viaje son conocidas y no resultan ninguna novedad, lo cual no es una sorpresa ya que vivimos cargados de gigabytes de información del pasado musical. Un poco de la espacialidad de Verve (antes de la incorporación del The y de la autocomplacencia), las texturas de órganos tomados prestados de Spiritualized, aromas kraut de Can en las percusiones, virtuosismo de guitarras sin overdrive a lo Durutti Colum, una voz áspera como la de Tom Waits, el filtro indie ya usado por Foals, las atmósferas de atardeceres baleares de Jack Peñate y épica marca Arcade Fire. Pero a pesar de esto el resultado cierra y no se vive como un refrito, sino más bien como una suma exponencial de todos esos ingredientes muy bien ejecutada. De repente estamos dentro de la lógica de psicodelia post-indie que propone el disco y se siente bien.

En Inglaterra se generó una especie de hype alrededor de ellos por, precisamente, la falta de hype. Sin entrevistas ni twitters ni Facebook ni bravuconadas, sólo anticipación. Ahora allí comparan el resultado con el no-hype previo; problemas de la prensa inglesa, a nosotros nos llega un disco inclasificable que pide a gritos escucha de punta a punta más allá del proceder de sus autores ¡Viajemos a World Unite Lucifer Youth Foundation!

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DEGUSTACIÓN

WE BROS

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