Reno – Crudo

julio 18, 2011

Reno - Crudo

Reno

Crudo

2011 – LAPTRA

[6.5]

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Un disco desenchufado de un artista eléctrico. Un unplugged sin glamour y con el pulso acelerado. Reno repasa sus canciones sólo con criolla y armónica. ¿La calma que precede a la tormenta?

No sería extraño citar como una de las mayores influencias de Reno a Jack Kerouac. El mismo espíritu vagabundo parece acompañar a este trovador eléctrico platense. En su segundo disco ya parecía querer electrificar todo: Las Navajas de Afeitar (2008) sonaba como su folk-rock de Como un Pasaje (2006) pero a 220 Voltz. La tendencia parecía irse al extremo con el flamante disco Conexión Genial, donde lleva al ruido blanco unas pistas de The Hojas Secas en un experimento cercano al shoegazzing.

Ahora en Crudo sorprende revirtiendo la tendencia y demostrando que sus canciones también se sostienen solas en una criolla, con la armónica y su voz febril al frente. Esa misma voz que esconde generalmente tras capas y capas de guitarras distorsionadas, y que parece más una narración constante que un canto.  Recitado sólo interrumpido para pitar el cigarrillo, esa extensión más de su mano, prueba de un rock nervioso y agitado como un hipster cruzando la provincia al taco.

Pero el disco no transpira calma a pesar de estar desenchufado. Si bien hay momentos donde Reno se permite bajar un cambio, el nervio sigue marcando el pulso. La guitarra se rasga con furia y la armónica arremete detrás. Las canciones pertenecen en su mayoría a sus dos discos con los castores cósmicos, pero hay también algunas de sus tantos proyectos que suelen inundar la web. Como bien dice la cita de Kerouac en el arte interno: «No te preocupes mi querida…No hay nada nuevo bajo el sol, todo es vanidad.»

DEGUSTACIÓN

ANGELA