Junior Boys – It´s All True

junio 22, 2011

Junior Boys - It´s All True

Junior Boys

It´s All True

2011 – Domino

[7.7]

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Si me preguntan, el mejor disco de Junior Boys es «“lejos- So This is Goodbye (2006). Incluso me animaría a decir que fue de lo más destacado que se ha editado en los últimos tiempos dentro de esa especie de género que tiene un pie en el pop y otro en la electrónica. Gente como The Postal Service y demás exponentes de la ahora extinta oleada indietronica ya no tenían nada que hacer al lado del dúo canadiense. Más orientado hacia lo pop, con melodías y grooves irresistibles y una dimensión más calida y humana, aquel disco había logrado despabilar la languidez minimalista y downtempo de temperaturas bajo cero que significó el aclamado Last Exit (2004), un debut de beats tan asépticos que congelaba la sangre.

Todo lo que vino después -es decir Begone Dull Care (2009) y el disco que nos convoca- boya entre ambas tendencias. La técnica al servicio de los sentimientos, del warm up recatado o de la pista de baile caliente y desenfadada. De todos modos, esta destreza hi tech es la que predomina en última instancia conectando todas las incongruencias formales.

El inicio de It’s All True ya demuestra esta dualidad. Itchy Fingers, de veta clubber y texturas cargadas pero bien articuladas (hay lugar hasta para camuflar arpas chinas), logra combinar un pulso bastante adictivo con la frialdad de la primera época. Ahí nomás le sigue Playtime y lo que seguro es la balada más balada que alguna vez hayan grabado. Una base mínima y delicados arreglos aflojan la asfixia sonora anterior y se complementan con la fragilidad de la gran voz de Jeremy Greenspan, dándole volumen y profundidad a la canción.

Del lado de los aciertos también tenemos temas como You´ll Improve Me y A Truly Happy Ending (atención a ese falsetto) que con pasmosa naturalidad despliegan tanta onda e infección funky que sería la envidia de tantísimas bandas indie, como Chromeo y Miami Horror por citar un par. No corren la misma suerte tracks como Kick the Can, que parece un experimento abandonado por no llegar a ningún lado, y el gran finale con Banana Ripple y sus muy largos nueve minutos de un house demasiado básico y genérico para lo que estos chicos tan cerebrales nos tienen acostumbrados.

Con grandes temas y otros bastante flojos, It´s All True es un trabajo dominado por la disparidad, no sólo estilística (algo que no es necesariamente malo) sino también en cuanto a calidad, y eso ya se percibía en Begone Dull Care. Pero que quede claro: ambos son muy buenos. Igualmente yo sigo esperando un digno sucesor de mi disco favorito de Junior Boys.

DEGUSTACIÓN

A TRULY HAPPY ENDING