My Morning Jacket
Circuital
2011 – RED Distribution
[8.0]
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HabrÃa que revisar la etiqueta «americana». Su tradición, vigencia y actualidad. Los norteamericanos, cuando no, se auto adjudicaron el mote y lo fueron reformando según la marea se iba acomodando a las oscilaciones de la época. Sus colonizadores y antihéroes (desde Jerry GarcÃa hasta Jeff Tweedy), mantuvieron el listón del género bien en alto, incorporando nuevos adeptos y repasando viejos usos y costumbres de la extensa tierra del Norte. Pero, ciertamente, toda comunidad tiene en su rebaño una oveja negra. Aquella que desafÃa lo preestablecido y le tuerce el brazo a las formalidades, proyectando su propia ambición y desdeñando el qué dirán.
Desde el sureño estado de Kentucky, Jim James y su rebaño se arriman, casi accidentalmente, a una idea cabal del asunto. Porque la manzana no cae muy lejos del árbol, Circuital deshace mecánicamente los atisbos de arrojo que supo tener Evil Urges (2008), un disco que suscitó la polémica, pero que también pregonó el cambio por sobre todas las cosas. Con eso y con todo, My Morning Jacket concentra en su séptimo disco una sospecha de aquél género que se menciona al comienzo de esta reseña. La afiliación por las melodÃas suculentas y el mapa country-rock-pop-soul trazan un mojón en el rock norteamericano de hoy dÃa y estrechan lazos con sus contemporáneos, en un impulso por preponderar las raÃces de la especie y las propias, naturalmente.
Circuital resulta equidistante a Z (2005), su disco más logrado y el que los emplazó dentro de la preponderante escena indie-folk de aquella época. No es extraño entonces que Movin’ Away, Circuital, Slow Slow Tune o You Wanna Freak Out aún archiven la imagen perfecta de una palestra infinita, etérea. Es racional que no se trate únicamente de armonÃas homogéneas: Holdin’ on to Black Metal expone un corrosivo soul con vientos imperantes y un coro de niños que acompañan con gracia, mientras que Victory Dance irradia una cadencia pop con el copyright de Jeff Lynne de la ELO. EmpÃricos.
Con Circuital, My Morning Jacket deposita esperanzas en el indie norteamericano y le pisa los talones al cómodo calzado que vienen ostentando hasta el momento los Wilco. Esperemos que no se conviertan una piedra en un zapato.
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DEGUSTACIÓN
WONDERFUL (THE WAY I FEEL)
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