Lo que comenzó como un movimiento rebelde, con desparpajo y desprejuiciado, sesenta años después se ha convertido en una rÃgida estructura moral que, a veces, necesita válvulas de escape tan ridÃculas como la categorÃa «placer culposo» (no matamos ni violamos a nadie pero escuchamos algo que nos da culpa…un psicólogo urgente!). Es asà como el rock se ha convertido en algo tan reaccionario como lo que originalmente combatÃa. Hablar, por ejemplo, de Britney Spears es un reactivo inmediato: elogiar a la estrella pop americana es sinónimo de encender un debate acalorado que desnuda los rÃgidos «deber ser» de todo rockero militante. Seguramente alguien que, por ejemplo, no sabe la diferencia entre Airbag, Arcade Fire y Low (todas usan guitarras, ¿no?) debe encontrar ridÃcula esta problemática. Y, la verdad ¡tiene razón!
Decir que Britney -luego de superar la barrera de los 100 millones de discos vendidos ya ha entrado en la categorÃa en la que los apellidos son prescindibles- editó un muy buen disco no es decir que es la mejor artista femenina de la historia. Además se sabe que no produce, no escribe, tiene voz de robot con sinusitis (patentado por Pablo Schanton), seguramente no tenga impulsos de artista torturado por su propia necesidad de expresarse y un largo etcétera… pero acaso ¿no se pueden aplicar esas acusaciones a otros tantos? Simplemente decimos: Femme Fatale, su séptimo disco, es un gran disco de pop.
Sin llegar a la altura de su mejor trabajo «“ Blackout, una verdadera obra maestra del pop siglo XXI que casualmente fue editado en la peor etapa del ataque mediático (algo tÃpico de la industria del espectáculo: elevar a alguien y dejarlo caer y destrozarlo…negocio asegurado en todo el ciclo)-, Femme Fatale es un disco con energÃa, pulso contagioso y, algo clave en un disco pop: a pesar de tener los últimos y más modernos trucos de producción, beats y sonidos, se entiende y se justifica en sà mismo; es un disco de pop que incluye y tiene lógica propia.
Es imposible evitarla, lo siento. Lady Gaga. Cualquier cantante femenina que haga pop en estos dÃas se mide con respecto a ella. Britney, está claro, no tiene nada que demostrar ya que a diferencia de Gaga ya tiene en su haber un clásico del género (Blackout) y un par de hits inoxidables (Toxic, Baby One More Time, Slave For You), asà que decidió acertadamente ir por un camino más humano. A pesar de tanto autotune, productor estrella y tecnologÃa, lo que queda claro es que Britney pone el cuerpo y suena imperfecta, carnal, cálida y hasta chabacana (las referencias al sexo son abundantes; como muestra el primer single, Hold it Against Me, podrÃa traducirse como Apoyámela).
Después de todo, es sólo pop y me gusta…y ¿a usted?
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DEGUSTACIÓN
HOW I ROLL
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