The Weeknd – House of Balloons

abril 19, 2011

The Weeknd - House of Balloons

The Weeknd

House of Balloons

2011 – The Weeknd

[8.2]

Disco Recomendado

Sexo, drogas y rock «˜n roll ¡Frase famosa si las hay! Cada uno de los componentes de esta pecaminosa trinidad han sido homenajeados a través de innumerables discos pero han habido ocasiones donde el homenaje y el tema del homenaje se han fundido de una forma tan orgánica que se transformaron en discos imprescindibles. Uno de los mejores ejemplos es, seguramente, el disco de Spacemen 3, Taking Drugs to Make Music to Take Drugs to, o sea: «Tomando drogas para hacer música para tomar drogas». El debut de The Weeknd, el enigmático proyecto del productor de Toronto Abel Tesfaye, se anota en la categoría «homenaje al sexo» con este disco, que bien podría llamarse «Teniendo sexo para hacer música para tener sexo».

Es que House of Balloons es un disco que exuda sexualidad en cada segundo. Pero no es esa sexualidad festiva, cuasi misógina e idealizada tan común en el R&B y el hip hop, es una sexualidad bastante parecida a la real: incontrolable, a veces tortuosa, otras culposa. Desde sus letras y sus atmósferas brumosas y narcóticas The Weeknd trasmite la intensidad del deseo de sexo, el sufrimiento que genera la incertidumbre de conseguirlo y las culpas posteriores.

Hace un par de semanas, sin nada de prensa salvo unos tweets, sin una «e» en el nombre, sin videos ni fotos, con un arte de tapa sugerente y con el mismo misterio que hace unos años generó Burial, el productor estrella londinense del dubstep, The Weeknd publicó en su sitio este disco para descargar gratuitamente. Seguramente este halo de misterio que rodea al grupo y genera esa sensación de impersonalidad colabora en que las canciones de beats ominosos, voces que no desentonarían en el pop si no estuvieran sepultadas en texturas y samples (Siouxsie & The Banshees y Beach House) y ADN R&B (el refugio del pop más arriesgado siglo XXI) sean mucho más pertubantes: sin ninguna cara o figura que distraiga sólo quedan las canciones que pueden referirse a situaciones que todos podemos vivir.

Con la misma escenografía nocturna que The XX, The Weeknd ha dado con un hipnótico disco que, tranquilamente, puede acompañar nocturnas sesiones sexuales y, a la vez, reflejar los sinuosos caminos que éste nos hace transitar. Tan adictivo como el sexo.

DEGUSTACIÓN

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