Noah and the Whale – Last Night on Earth

abril 16, 2011

Noah and the Whale - Last Night on Earth

Noah and the Whale

Last Night on Earth

2011 – Mercury

[6.3]

.


¡Ay, el amor! La persona que te gusta te corresponde y ¡pum! Colores y mariposas por doquier, la felicidad tirana se derrama por todos lados haciendo desaparecer el pasado y el futuro de un plumazo, y por fin asoma ese tan escurridizo sentido de la vida que nos dice que para esto venimos y que los Beatles tenían razón en eso de que lo único que necesitamos es amor. Todo eso fue Peaceful, The World Lays me Down (2008), la perpetua sonrisa bobalicona de un chico –Charlie Fink– enamorado de una chica –Laura Marling-.

Después esa chica deja a ese chico y llega el momento de lloriquear, patalear y hundirse en un pozo de miseria y autocompasión. Y la vida otra vez que no tiene sentido, y encima es una porquería. Llega el turno, entonces, del drama de ruptura en Cinemascope que fue The First Days of Spring (2009), en el cual Charlie a duras penas se lamía las heridas tras la separación.

El tiempo, como siempre, se vuelve a imponer para dar una mano y de eso se trata (uff, al fin llegamos) Last Night on Earth, disco que no por nada en un momento se iba a llamar L.I.F.E.G.O.E.S.O.N. (La vida continúa), premisa explicita si las hay, no deja lugar a mayores acotaciones.

Así, ni tan arriba ni tan abajo, y con la fórmula un tanto alterada -más bases electrónicas, algo de americana y menos folk, pero los mismos coros gospel molestando más que nunca-, este tercer disco se apoya en una composición muy genérica y correcta que sólo deja temas aburridos e intrascendentes.

La primera mitad es de lo mejorcito, con el pulso disco de Tonight is the Kind of Night y la ultra pegadiza L.I.F.E.G.O.E.S.O.N. Las baladas tampoco están mal, The Line tiene una linda basecita de sintes y en Wild Thing Charlie se la da de una especie de Lou Reed del indie e increíblemente no queda como un payaso. El resto -por lo general temitas que intentan sin éxito emular la frescura y sencillez del gran Tom Petty– cae en el olvido.

Al parecer, el modo «˜recuperación’ de su líder no le sienta muy bien a Noah and the Whale, tanto lírica como musicalmente. Los colores pastel nos transmiten muchas cosas; el negro «“o el blanco- también. Los grises, en cambio, no nos dicen nada.

DEGUSTACIÓN

L.I.F.E.G.O.E.S.O.N.