Lykke Li – Wounded Rhymes

marzo 26, 2011

Lykke Li

Wounded Rhymes

2011 – Atlantic

[7.9]

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Tres años después de que Suecia nos regalara otra interesante y enigmática figura pop a través del debut Youth Novels, Lykke Li reaparece para seguir cantándole al amor, pero esta vez con una voz que por momentos roza el estado de gracia.

Más allá del nombre del disco, al arrancar Wounded Rhymes (Rimas Heridas) a ritmo percusivo, órgano desafiante y garagero y eso de que «la junvetud no sabe lo que es el dolor» en, justamente, Youth Knows No Pain, creemos que la Li se convirtió en una joven mujer fuerte y curtida. Si además ya habíamos escuchado Get Some, el primer single lanzado el año pasado, donde parece la mona chita en celo…bueno, ya no quedan dudas.

Pero ahí nomás llega la preciosa I Follow Rivers y vuelve la introspección y las palabras teñidas de romanticismo sufridito. De ritmo mid tempo, sostenido y un tanto marcial, el tema tiene una paradójica fuerza delicada, y además unos arreglos de percusión muy agradables. Seguimos y Love Out of Lust es una balada oscura pero con mensaje iluminador y de autoconvencimiento de que todo lo podemos.

En el camino hacia la vulnerabilidad de esta chica que creíamos superada llegamos definitivamente a destino con Unrequired Love y sobre todo con esa oda a la tristeza que es Sadness is a Blessing, títulos ya de por sí bastante elocuentes. Con frases como «El dolor es el único amante que he conocido», se pasa de cursi y lastimera pero las interpretaciones vocales son tan magníficas y sentidas que hasta las letras más patéticas dejan de importar. Para coronar, pegadita I Know Places que no parece otra cosa que un fogón de corazones rotos.

Demostrando facilidad para tratar distintos climas y sonoridades, Lykke Li decidió redoblar la apuesta -nuevamente con la ayuda de Bjorn Yttiling (Peter, Bjorn & John) como productor- y extender sus límites, tanto para arriba (ritmos muy tribales y físicos) como para abajo (baladas mínimas, más frágiles que la escarcha). Si de todas formas se inclinó por lo último, ya sabemos por qué.

DEGUSTACIÓN

SADNESS IS A BLESSING