Wire
Red Barked Tree
2011 – Pink Flag
[8.1]
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HabÃa una vez, allá por octubre de 1976, unos veinteañeros que entraron a la escena del punk rock londinense sin discretos preámbulos. A la prolÃfica e irreverente ira juvenil que ya inundaba el ambiente, Wire le sumó una cuota de desorden instrumental, de compulsiva experimentación. La fantástica trÃada que constituyeron sus primeros discos –Pink Flag (1977), Chairs Missing (1978) y 154 (1979)- escribió las páginas iniciales de la historia del post-punk y se convirtió en una influencia indiscutida más acá y más allá de las fronteras británicas.
Sucedió que años más tarde, en 1985, y luego de un lustro de suspensión creativa, Graham Lewis, Colin Newman, Robert Grey y Bruce Gilbert (quien abandonarÃa la banda definitivamente en 2004) volvieron a hacer música pero algo faltaba: el brillante despojo de otras épocas parecÃa haberlos abandonado por completo.
Pues bien, ocurrió que este relato escapó a su propia suerte (la de una eterna insipidez) y, al final, llegó el esperado giro del destino que toda buena historia merece: Red Barked Tree llegó a las bateas y demostró que Wire era capaz de recuperar su vieja esencia, redefinirla, depurarla.
Los moronic riffs en Two Minutes y Moreover, la poderosa lÃnea de bajos en Clay, la mezcla de aspereza e ingenuidad en Smash, los stops en A Flat Rent son marcas registradas de los años dorados de este grupo inglés. La novedad radica en su fusión con algunos condimentos del folk, un terreno poco explorado por la banda: guitarras acústicas, teclados soft, el uso de instrumentos no convencionales como el bouzouki.
Grey reconoció que el tracklist de Red Barked Tree fue ordenado de tal modo que la sucesión de canciones contara -algo asà como- una historia. Bien se sabe que aquà no se trata de finales, pero podrÃa decirse que estos cincuentones de Wire, con su duodécimo álbum, volvieron a llevar perdices a la mesa. Los fans, felices.
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DEGUSTACIÓN
NOW WAS
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