Andrés Calamaro
On the Rock
2010 – Warner Music
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La lectura más amable de este disco es la constante búsqueda de sonidos por parte de Andrés. Esta manÃa adorable de no encasillarse en un género, de renovar el registro y los acordes ya no tanto desde el rock nacional innato, sino a partir de todo lo que caiga en sus manos y pueda volcarse en un pentagrama.
Calamaro es dinámica pura por eso se permite canciones que van desde Insoportablemente Cruel «“acompañado por Residente de Calle 13– a un flamenco como Barcos «“ junto a Diego «El Cigala» y Niño Josele-, y en el mismo espacio colar un rock calamar, como EL Pasodoble de los Amigos Ausentes o Los Divinos «“el primer corte del álbum. Antes que repetirse en estructuras prefiere la versatilidad de las culturas musicales. Ok, lo respetamos, pero quedó tan lejos El Salmón (2000) que la nostalgia se palpa en el aire.
Por otro lado, cuesta entender como hizo para convertir un tema como Vasos VacÃos en una versión ranchera insÃpida y en el mejor de los casos olvidable, como también sucede con Te Solté la Rienda, que sorpresivamente dan ganas de escuchar a Maná. Quizás los covers no sean la mejor arma para combatir el recuerdo de Honestidad Brutal (1999) o Alta Suciedad (1997).
Además, es difÃcil pasar por alto la liviandad lÃrica que acontece de un tiempo a esta parte, en este caso en Me Envenenaste y Te Extraño, y es una lástima que un ex Abuelo de la nada y Los RodrÃguez se haya olvidado que existe vida detrás de cada letra.
Este disco parece tener la molesta particularidad de convertirse en «uno más», y da miedo que en el afán de descubrir nuevas facetas, uno de los Ãconos del rock nacional se disuelva on the rock.
Degustación:
El Pasodoble de los Amigos Ausentes
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