The Dead Weather – Sea of Cowards

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Jack White y sus amigos repitieron la formula de Horehound, su álbum debut, y obtuvieron un gran resultado al mezclar blues tóxico con rock alternativo fuerte y el ambiente oscuro y desorganizado que caracteriza a la banda.

Todos los temas de Sea Of Cowards generan entre sí un puente de penumbra que se conduce repleto de adrenalina y rapidez.  Desde las vocales de Alison Mosshart, que entendió mejor que nadie el papel de cantante gritona a lo Alice Glass de Crystal Castles, hasta los punteos agudos y ruidosos a los que llega Dean Fertita con su guitarra, y toda la gravedad y pesadez que aporta el bajista Jack Lawrence. White, como era de esperar, no se instala en el puesto de baterista tímido y se anima a sumar coros con su inconfundible voz, hasta llegar al punto en que se confunde quién es quién en la tarea de frontman.

El disco en su totalidad mantiene una línea bastante regular de anti-balada, con canciones de índole psicológica y mucha crudeza, en las que se destacan temas como Blue Blood Blues (excelente carta de presentación del álbum), The Difference Between Us, una declaración de desamor adornada con un teclado dominical, y Die By The Drop, un estamento de rockstars que alcanzaron sus objetivos y lo sostienen diciendo «Alguna gente se muere en el medio/yo vivo bastante bien en la cima«. El final lo marca Old Mary, con el líder de los White Stripes dedicándole una tétrica reverencia a la Vírgen María, acompañado de la cantante de The Kills aportando su tan conocido rol en las anteriores canciones.

La convivencia de los alaridos totalitarios de Mosshart y la voz detrás de la percusión de White lejos se encuentran de saturar las ganas de escuchar Sea Of Cowards, sino que le dan una escena de constante enfrentamiento, como si compitieran sanamente para ver quién puede llegar a chillar más.

El disco establece perfectamente la razón del proyecto The Dead Weather, que comenzó siendo una simple guerra de personalidades entre miembros de grandes bandas para convertirse en una perfecta excusa para sacudir la cabeza y mezclar los gritos con ruido.

Degustación:

The Difference Between Us

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