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Pasaron diez años desde que Goldfrapp sacó a la luz su disco debut (Felt Montain), donde prevalecÃa la variedad de géneros; sin embargo Head First puede que sea el menos osado de sus trabajos y el más orientado hacia las bateas, quizás por el fracaso comercial de Seventh Tree (2008), aunque no por eso debamos sacarle crédito.
El quinto álbum del dúo se sumerge e inspira en los sonidos de los 80’s, imponiendo su inconfundible sello de ritmos entrecortados y quebradizos, con exquisitas y bailables melodÃas. Añadiendo un inmaculado optimismo, Alison Goldfrapp (voz y teclados) y Will Gregory (productor y mezcla) remiten a sonidos del pasado con elegancia y estilo, sin caer en facilismos.
El primer corte, Rocket, ya navega hace tiempo por las radios exhibiendo su pegadiza cadencia y esos sintetizadores que suenan a Van Halen. Hunt se destaca por la voz de Allison, por otro lado Head First no tiene ningún predominio para nombrar al disco. Cuando subÃs el volumen en Dreaming el cuerpo se mueve, aunque aquà comienzan a aparecer los climas más oscuros también logran la mejor combinación de sintetizadores llevando la canción por diferentes atmósferas. La experimentación queda para el final con Voicething, un tema que podrÃa no formar parte de este álbum.
Sin lugar a dudas, siempre que un disco suena a los años ochenta vamos a encontrar similitudes y parecidos. En este caso, se olfatea un poco de Abba, ELO y Olivia Newton-John, pero igualmente aquà no hay copia sino inspiración, sustentada con talento y apoyada en la euforia, la fantasÃa y el romance.
Degustación:
Dreaming
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