.
Apenas seis meses después de Hombre Lobo (2009), Mark Oliver Everett -también conocido por el abreviadÃsimo mote de E– se pone en la piel de un hombre que acaba de separarse y entrega diez canciones tan desgarradoras que por momentos se le va la mano.
The Beginning es el comienzo del disco y aparentemente de la relación, donde las pequeñas cosas de la vida pueden producir una felicidad eterna si se comparten de a dos. La sencillez y la emotividad de la letra y la guitarra acústica que la envuelve prometen un gran disco. Pero ese momento tan alto sólo es superado por la belleza infinita de A Line in the Dirt y sus suaves arreglos de piano, banjo y cuerdas, y la siempre rasposa voz de E que intenta una especie de falsete que te sacude el corazón.
Exceptuando los números infaltables de rockabilly y blues polvoriento (Gone Man, Paradise Blues) que aceleran el ritmo y le dan un respiro a todo el asunto de la ruptura amorosa, con el correr de las canciones E se va poniendo demasiado denso entre tanta miseria y autocompasión. En I Need a Mother llega al ridÃculo cuando se queja de que «Fui tu papi por demasiado tiempo/ necesito que me mamengueen de vez en cuando»; pero la cosa se vuelve insoportable hacia el final con On my Feet al confesar que pone la cama contra la pared para no sentirse tan solo. Y la música no ayuda, parece que cada tema se va desluciendo un poco más, como el pobre E que ya no puede ni estar de pie.
Mark Everett es de esos músicos que nunca podrÃan sacar un disco malo. Pese a todo lo dicho, End Times no lo es. Está muy lejos de ser lo mejor de su obra pero, aunque no abunden, tiene momentos bellÃsimos y además, nos puede llegar a molestar pero la intimidad y sinceridad de sus letras es algo que ya casi esta extinto en la industria musical actual. Y eso se agradece.
Degustación:
A Line In The Dirt
ytaudio(PBsMuwjZGjM)
[starrater tpl=10]