Popular Songs – Yo La Tengo

enero 7, 2010

En su último trabajo, el trío de New Jersey continúa ampliando su paleta sonora así como si nada, dándose el lujo, además, de entretenernos y aburrirnos por partes iguales y aún así salir bien parado.

yo-la-tengo-popular-songsYo La Tengo. A esta altura da la sensación de que le hacen honor a su nombre, ya que realmente parecen tenerlo todo: una obra impecable que ya supera la docena de discos, la aceptación unánime de la crítica y una sólida base de seguidores fueron los frutos de una carrera de más de veinte años en la que se convirtieron en la quintaesencia del indie estadounidense, equiparable únicamente con esa otra institución llamada Sonic Youth.

Con semejante trayectoria, cualquiera podría entender, e incluso aceptar que ya no les dé el cerebro, o el cuero, que hayan perdido la inspiración y que las buenas ideas ya no aparezcan. O, más probable, que se repitan incansablemente y a conciencia, ya sin ganas de encontrar nuevas tuercas para dar vuelta. Nada de eso. Ira Kaplan, Georgia Hubley y James McNew mantienen la vitalidad y las cabezas frescas de siempre y en este Popular Songs se despachan justamente con lo que indica el título del disco: se trata de algunas de las canciones más accesibles de la banda, de esencia y estructura mucho más pop.

En ese sentido sobresale la primera mitad del disco, con joyitas como la ingeniosa Periodically Triple Or Double, una mezcla entre soul y funk con mucho estilo, arreglos de Hammond y un solo de teclado rabioso; ese chicle garage rock sesentoso que es Nothing To Hide, con órgano Farfisa incluido; y If It´s True, un soul que parece sacado del catalogo de la Motown. La impronta voladora de la banda se mantiene en la psicodelia de Avalon or Someone Very Similar y en la impresionante By Two’s, una delicada balada de atmósferas hipnóticas que transmite un estado ideal de paz pero con cierta oscuridad, con una Georgia Hubley cantando como si fuera Nico en la Velvet. Todo eso en las nueve canciones que conforman la primera media hora de escucha.

Y hasta aquí todo bien, pero luego algo parece destartalarse y en la media hora siguiente transcurren apenas tres canciones, de entre 9 y casi 16 minutos. No es ninguna novedad que YLT haga canciones tan largas pero sí resulta una calamidad sin precedentes que se las ubique todas juntas y encima sobre el final, casi como obligando al oyente a sacar el disco antes de que termine. Más si se trata de un acorde de guitarra minimalista que parece no tener fin (The Fireside) y su total opuesto: distorsión noise al palo por más de quince minutos (And The Glitter Is Gone).

Así es como Popular Songs muestra claramente los dos extremos sonoros que fueron definiendo a Yo La Tengo a lo largo de los años: una dulzura melódica y etérea cada vez más refinada, y por otro lado, la distorsión noise más colgada y encarnizada. Lo segundo no es algo precisamente malo, siempre y cuando, por más paradójico que suene, se entregue en dosis moderadas… por lo menos en cuanto a duración se refiere.