Bajofondo Presenta Santullo – Santullo

octubre 25, 2009

Gracias a la presentación del colectivo armado y dirigido por Gustavo Santaolalla es que llega a las bateas el sorprendente debut como solista de Fernando Santullo, ex líder de los seminales rap-rockers uruguayos de El Peyote Asesino que tras varios años de militancia trashumante como colaborador del Bajofondo (para quienes incluso compuso la exitosa El Mareo que cantó Gustavo Cerati) finalmente se vale de varios miembros de la banda para componer y grabar su interesante primer álbum.


Para empezar a analizar este disco despojándonos de todos los prejuicios que la «marca» Bajofondo nos impone podemos primero definir lo que no es: Bajofondo Presenta Santullo nada tiene que ver con la etapa electro-tanguera del colectivo insignia de Santaolalla. En efecto, se acerca más a la nueva búsqueda sonora del grupo, aquella enmarcada en lo que podría denominarse a grosso modo «música rioplatense contemporánea». Es por esto que sin alejarse del rap que tan bien sabe hacer, Santullo (que en su seudónimo prescinde de su primer nombre) incorpora en sus bases sutiles arreglos de cuerdas y bandoneones que le dan al disco un neto aire arrabalero, tradicional pero que nada tiene que ver con el tango ni en estructura, ni en melodías.

Eso es, justamente, lo más interesante de este álbum. Santullo logra, con sus inspiradísimas rimas, trasladar el lenguaje del hip-hop a una nacionalización, a una vertiente fiel a las raíces pero intrínsecamente original. No hay en él intentos de mimificar las corrientes anglosajonas (algo reiterado hasta el hartazgo por cuanto intento de rapper se encuentra en nuestras pampas) sino una sabia intención de adaptar ese argot a una propuesta que refleje sus propias raíces, su origen uruguayo, su alma rioplatense. Así, las vivencias de Santullo son de fácil identificación para el escucha: nos habla de cosas que hemos vivido -la soledad, el desamor, la corrupción de los dirigentes políticos en la genial Autómatas Del Vicio– con un lenguaje que podemos entender. ¿Cómo no sentirse relacionado?

Bajofondo Presenta Santullo es un disco interesantísimo, que pese a tener su punto fuerte en las letras no baja la guardia en lo musical: la inteligente producción de Supervielle y Santaolalla, minuciosa y detallista, destaca en los sutiles arreglos y en los ritmos, seductores y contagiosos. Hay rock en este disco, por más que sea un álbum de hip-hop, así como hay candombe, hay tango, hay baladas. Es un álbum variado con muchos momentos de intensidad –La Humedad, Al Viento y ¿Quién? son síntesis perfectas de la búsqueda de Santullo– y algunos donde adolece de irregularidad: la deslucida versión del clásico de Los Estómagos (genial banda uruguaya de post-punk de los años ’80) Solo o la (lamentablemente) intrascendente participación de Fernando Cabrera en la anodina No Juego Más son canciones que no se equiparan con el resto del material del disco y que -aunque no llegan a manchar su gran factura- representan pequeños gaffes que le restan impacto.

Sin embargo, se trata de un material que es de lo mejor que haya registrado la música rioplatense en este 2009. Es que siempre resulta interesante que, en medio de esta sensación general de estanco, de carencia de nuevas ideas que nos deja la contemporaneidad, aparezca un músico que nos traiga su forma de hacer las cosas y la muestre sin filtros ni miedos. Santullo destaca, desde sus letras, por su sinceridad; y la música que lo acompaña también destila este sentimiento: Bajofondo Presenta Santullo parece, entonces, un retrato de la mente de su autor, un tipo que finalmente encontró su visión y decidió seguirla. Cierto es que tiene un grupo de acompañantes de lujo, pero es justo también decir que por algo se habrá ganado ese lugar y que con este álbum -sumándolo además a su interesantísimo trabajo allá por los ’90, cuando era L-Mental y te preguntaba si estabas Mal De La Cabeza– empieza a justificarlo.

Bienvenido sea, entonces, Santullo a las bateas, los oídos y los corazones de su público. Porque resulta refrescante que aparezca, cada tanto, un tipo que tenga tanto orgullo de mostrarte sus aciertos como pocos tapujos a la hora exhibir sus falencias y llevarlas a cuestas en pos de dejar el alma arriba del escenario o en el estudio de grabación. Y si en el medio lo que hace lo hace muy bien y logra contagiar sentimientos, más bienvenido sea aún.