Aprovechando un momento verdaderamente fructÃfero (dos discos de estudio, un disco en vivo e inumerables bootlegs, tan solo en los últimos 2 años) tras una sequÃa de trabajos discográficos que se remontaba al 2001 del album Lions, The Black Crowes regresa al ámbito comercial con un disco que no escapa de su lÃnea musical pero con algunas particularidades.
The Black Crowes es una de esas bandas que desde sus comienzos, disco tras disco, se mueven dentro del mismo espectro musical, sin demasiados cambios o riesgos. A algunas les funciona, a otras no, en este caso, la razón para no buscar el ya quemado «reinventarse» es simplemente porque lo que hacen, lo hacen bien y a su público le basta. Dicho esto, aparece Before the frost… disco a priori simple, pero que como primer particularidad, junto con su adquisición trae un código a ingresar en la página oficial de la banda, que desemboca en la descarga de una segunda parte del album, …Until the Freeze. Juego de palabras que significa algo asà como antes y después del frÃo.
Por otro lado, como segunda particularidad, contrapuesta al frÃo que sugiere el nombre, el disco en su totalidad está grabado en vivo ante un selecto grupo de fans que aportan cálidos aplausos al final de cada uno de los once tracks, generando un ambiente relajado como de domingo soleado que te trasporta a un rústico granero, tal y como se escucha en los rasgueos del primer tema Good Morning Captain y se repite en el tranquilo blues-country de Appaloosa. La grabación en vivo también deja entrever la solidez de una experimentada banda, que no pierde su solvencia en ningún momento y en donde se destaca la soltura de Chris Robinson, aquel cantante que hace ya 10 años se animó a interpretar al Robert Plant de Led Zeppelin en el disco Live from Greek, una suerte de tributo repleto de clásicos de dicha banda, en colaboración con Jimmy Page. Y asà como The Black Crowes no pueden dejar de lado sus raÃces musicales, What is Home, remite directamente a ese mismo Zeppelin del disco III, con sus pasajes acústicos y adornos de mandolina.
Ya promediando la mitad del álbum llega el único tema que se escapa del circuito Blues-Rock del disco, una pequeña pero interesante apuesta que corre la banda y que le da algo más de diversidad al disco que podrÃa resultar (más) monótono de lo contrario. I Ain’t Hiding es un tema que juega con un ritmo al estilo de la música disco de los 80’s, pero sin perder el sello propia de la banda.
Por otra parte, los 9 tracks del segundo disco, Until The Freeze, llevan al extremo los elementos country-folk de Before.., temas como Garden Gate o Shady Grove y aportan algunos guiños psicodélicos en forma de cÃtaras pero… no pasa de ahÃ. A lo que apunto con esto es que a pesar de algunos buenos intentos pero insuficientes, hay que decir que Before the Frost es un disco que satura. Es una excelente mezcla de rock n’ roll, blues, country a la manera tradicional americana, de lo mejor que se puede encontrar en la actualidad, pero que se repite demasiado, alcanzando el lÃmite del cansancio y que solo un fanático de la banda podrÃa llegar a disfrutar totalmente.