The Resistance – Muse

septiembre 18, 2009

Bajo el sugestivo título The Resistance, El trío de Devon vuelve luego de 3 años, con su quinto álbum de estudio. Un proyecto ambicioso que, sintetizando poderosas y controvertidas letras, junto con una infinidad de arreglos clásicos, pretende musicalizar una revolución.


The Resistance es un disco que tanto musicalmente como en su formato de álbum conceptual no se distancia demasiado de la línea de su antecesor, pero con una apuesta clásica más elaborada y por momentos, relativamente jugada. Sin embargo, al igual que en Black Holes and Revelations, el disco paga una significativa cuota de riffs gancheros comercialmente efectivos y Uprising, el tema con el que abre el disco, marca la pauta de esto.

Y ese es el tema con Muse hoy en día: una banda que por un lado, con una antorcha de composiciones originales sostenidas por la mano del frontman Matt Bellamy, alumbra temáticas oscuras al nivel del anti-capitalismo, consumismo y la irracionalidad humana, utilizando como combustibles las más diversas fuentes conspirativas que el George Orwell de 1984 y Rebelión en la granja, jamás hubiera imaginado capaz de inspirar. Así y todo, por otro lado, este año sale a la venta el nuevo Guitar Hero 5 para Playstation III, Nintendo Wii, etc., con la particularidad de que «“para el que no conoce la modalidad del juego- uno se puede poner en los zapatos virtuales de Bellamy y rockearla con la guitarrita de mentiritas con botonsitos de colores. En definitiva, una interesante contradicción que abre un debate aparte sobre la utopía de si la música puede cambiar al sistema desde adentro, o por lo menos actuar como una herramienta política.

Más allá de si esta pretensión es intencional o no, a nivel sonido, lo nuevo de Muse es casi una ópera rock, condensando abundates arreglos orquestados que a lo largo de los 11 tracks del disco se van presentando, con especial intensidad en United States of Eurasia, tema con fragmentos clásicos y coros grandilocuentes, que ineludiblemente remiten al estilo Bohemian Rhapsody de Queen. Siguiendo este camino, la obsesiva compulsión de Bellamy por lo clásico alcanza su punto máximo, en la sinfonía final de 3 partes, Exogenesis: un paseo por Chopin, menguado por mucha guitarra, la privilegiada voz del cantante y los conocidos climas espaciales bien logrados a los que Muse nos tiene acostumbrados.

Es en este contexto de esfuerzo y complejidad, que el álbum tiene una grave deficiencia. No tiene El tema, con mayúsculas, que todo disco de Muse tiene -en Symmetry of Origin es la totalidad del disco en mi opinión- y que evita caer en la jaula de la monotonía. Por el contrario, The Resistance tiene puntos flojos como Undisclosed Desires, que no termina de quedar claro qué hizo para terminar en el disco y Guiding Light, un buen tema si el nombre de la banda fuese U2. Lo más cercano a reunir los requisitos sería Unnatural Selection, si no fuera porque el riff principal remite demasiado a New Born, tema con el que abre Origin of Symmetry, aunque así y todo propone un cambio de ritmo hacia la mitad del tema completamente genial seguido de un solo de guitarra del mismo nivel, en lo que conforma lo mejor del disco.

Lo que en conclusión The Resistance deja, es que a pesar de los ingeniosos intentos de Bellamy, empieza a filtarse por entre medio de majestuosos cellos y órganos, la aparente idea de que después de 5 discos, a Muse se le están empezando a acabar los cartuchos de esa banda-arma de rock-destrucción masiva que, y vale la pena resaltar, aún es. Esperemos que no suceda.