CELC #8 Cuando te gusta el Shoegaze y Bad Bunny

marzo 5, 2025

Esta es una especie de carta a la hater que supe ser (y que todavía soy). Ya lo dije mil veces, me definen las cosas que odio y odio mucho sin motivos. Odio visceralmente, levanto mi odio como estandarte.

A todo hater le llega su momento de tener que tragarse todo el odio contenido y todas las cosas que creía. El momento donde te resulta imposible mantener esa bronca acumulada hacia algo. Por suerte no fueron muchas veces, pero cuando pasó fue horrible.

La primera vez fue con Soda Stereo. Siempre los detesté casi sin razón aparente. Cuando era adolescente me sumé a esa pelea berreta que había con Sumo y, como siempre fui team música oscura y pelados alcohólicos, me quedé con Luca Prodan. Cerati se convirtió en mi enemigo número 1.

Hace 12 años tenía un roommate fanático de Soda y un día accedí a escuchar un disco completo si él escuchaba este disco entero de Sonic Youth. Sigo odiando Soda pero puedo decir que “Trátame Suavemente” es de mis canciones preferidas para cantar a los gritos, aunque sea una canción de Melero que Federico Moura convenció a Cerati de grabar.

La segunda vez fue con el reggaetón. Me obligo a ser una snob entonces este género no entra en mis parámetros. Me molesta, me indigna, no puedo tolerarlo. Es la razón por la que odio los boliches.

Todo esto estaba escrito en piedra hasta que apareció en mi vida un señor llamado Benito Antonio Martinez Ocasio, mejor conocido como Bad Bunny.

La historia de cómo me hice fan de Bad Bunny llegó, ¿adivinen cómo?, Gracias al shoegaze. ¿Qué tiene que ver un género inventado por unos raros en la otra punta del mundo que tocaban la guitarra mirándose los pies con un chico de Puerto Rico que canta “si tu novio no te mama el culo, pa’ eso que no mame”, dirán?

La respuesta es un mashup llamado My Bunny Valentine y desde el día que lo encontré en YouTube, mi vida no volvió a ser la misma.

A una persona muy darks e iluminada de Internet, se le ocurrió hacer una mezcla de “Tenemos que hablar” de BB y “When You Sleep” de MBV. Así, tan simple. Después apareció una versión de “Sometimes” mashupeada con “Amorfoda” y terminó de volarme la cabeza del todo.

Ahí me di cuenta de algo: si estas canciones alegres, rítmicas y latinas quedan bien con shoegaze, ¿cómo no me va a gustar esto? Ese día empecé a escuchar Bad Bunny. Porque si la gente cambia y Juanse se hizo evangelista, ¿por qué yo no iba a entrar en la secta del conejo malo?

Las contradicciones son algo hermoso y ahora puedo estar escuchando la canción más triste de Jesus and Mary Chain, pasar a este temazo en cuestión de segundos y bancármela.

Por suerte entré en la secta del conejo cuando estaba en su punto máximo y no solo lo escuchaban los traperos o personas jóvenes. Por primera vez en mi vida pude ser parte y pertenecer. Tengo un amigo que tiene tatuado el logo de Los Piojos y es fanático de Bad Bunny. ¿Por qué una señora shoegazera como yo no va a hacerlo?

Sus letras me dan un poco de vergüenza y me cuesta cantarlas en voz alta, pero otras me llegan al corazón y hacen que esta millenial se sienta identificada con un reggaetonero puertoriqueño y multimillonario. Me da muchísima bronca que mis canciones preferidas sean colaboraciones con artistas que detesto y a los que les pegaría una trompada, tipo J Balvin o la pelotuda de Rosalía (perdón centennials).

Con Bad Bunny pienso mucho en los consumos que tenemos solo porque hay que tenerlos, una especie de deber cultural. Y en esta reflexión viene siempre a mi cabeza Spinetta. Porque desde que asumí que me gustaba el puertorriqueño fue como si hubiera sacado un velo que me tapaba la vista hace mucho tiempo.

Lo voy a decir y me la banco: Spinetta me parece UN EMBOLE. Mirá que lo intenté con él, eh, pero no hay forma. Sus letras me aburren, no las entiendo, no me llegan. Es de los mejores guitarristas del país  y un referente, pero realmente prefiero comer tierra que escucharlo por mi propia voluntad.

Soy hater, no pelotuda, ¿cómo voy a odiar a Spinetta? Si es de lo más grande que nos dio nuestro rock nacional, si era una persona de bien, un divino y no existe ser que no lo amara. Lo que yo odio, en realidad, es a los fans de Spinetta. Los fanáticos de Spinetta son snobs, pesados, (al igual que yo) creen que todo tiempo pasado fue mejor PERO son cerrados a cosas nuevas porque creen que no se puede inventar nada mejor. Los fanáticos que conozco suelen ser las personas más aburridas del mundo. Lo consumen solo porque es una especie de obligación histórica hacerlo. En el fondo creo que ni siquiera escuchan a Spinetta, solo dicen que lo hacen.

Ahora, ¿qué diferencia tiene una canción que dice “me gusta ese tajo” a otra que reza “tu siempre estás mojada y yo que tengo sed”? Ninguna. Aguante Bad Bunny, caretas. Firma: una hater.

Con amor, P.S.