Guacho Bleu: «Hay que usar el Trap para llevarlo a otro lado»

septiembre 3, 2020

No nos cansamos de decir que la escena argentina está atravesando, quizás, su mejor momento. No hay parangón con otras décadas donde pudiésemos encontrar tanta cantidad de artistas y de la calidad que se observa (obviando los clásicos).

Además, los nuevos ritmos y tendencias le aportaron un toque de frescura a su sonoridad que lo despega de la tradición rockera. Empiezan a parecer híbridos que se animan a combinar diferentes estilos y llevarlos hacia nuevos horizontes. Guacho Bleu, en ese sentido, es una de esas lindas sorpresas que uno se puede encontrar en la actualidad.

Acaba de lanzar su primer disco y no tiene desperdicio. Una especie de mutante que se engendra con sangre de rock pero viste pieles de todos los géneros. Aunque conservando una nostalgia porteña que enamora. Por eso, sobran los motivos para hablar con su alma-mater para saber de qué va la cosa.

¿Qué es Bleu? Que lo empiezo a ver en todos lados…

En un principio la idea era que fuese Blue, de la jerga yanqui del Blues y el Jazz. Porque quería hacer algo más jazzero, hice casi un disco entero más de ese estilo y por enrosques míos no lo produje. Lo tengo ahí tirado por si en algún momento lo agarro y lo adapto. Después mi idea fue hacer una especie mezcla entre el lunfardo y el slang. Por eso lo de Guacho y Blue. Además quería que fuera como un estado mental, no una persona. Un estado en el que a veces estoy y a veces no. Eso del Blue, de medio triste o nostálgico y después puse Bleu porque hay un perfume que me ceba mucho. Un amigo una vez me lo prestó para salir y quedé como enamorado. Ese fue como el perfume de mi adolescencia.

¿Ganaste esa noche con el perfume?

Probablemente no, porque siempre fui muy quedado. Tenían que venir a mí las cosas, yo me quedaba ahí en la barra mirando la gente, no bailaba, nada.

Los tipos duros no bailan, decía Norman Mailer.

Jaja.

¿Cómo fue el proceso creativo? ¿Quiénes participaron?

Fue bastante solitaria la composición. Tenía dos o tres amigos que no se dedican a la música que me gustaban sus referencias así que los maté a maquetazos desde el 2017 para acá; y después algún que otro amigo que les tiraba un texto para tener la visión de otra gente. Después me ayudó mucho mi novia a confiar. Ella siempre me ayudó a levantarme en los momentos bajones, estuvo muy al pie del cañón en ese sentido.

¿Cuándo entra Paul Higgs?

Yo había tomado clases con Nico de Las Sombras y a Paul lo conocí por él. Lo empecé a seguir y cuando tenía para producir los temas pensé en él y Nico me pasó el contacto. A Paul le gustó el proyecto, se cebó y entonces arreglamos para grabar en Febrero, porque se lo mandé justo para Navidad y él estaba en San Pablo, creo. También en la grabación estaba el dueño del estudio, que es el de Banda de Turistas y él aportó bastante. Sabe una bocha y si bien estaba asistiendo, tiro mucha data en el momento justo.

A pesar de que es un disco breve, acorde a estos tiempos, hay una intención conceptual en el sonido y en las letras. ¿Es Así?

Al principio iba a ser un EP, después me quedó como un disco corto, pero aún así siendo un EP quería hacer algo conceptual, que todo esté hilado. Creo que hay uno o dos temas que quizás están mas corrido de ese eje, pero traté unirlos con sonidos. Seguramente en lo próximo me gustaría intentar ir construyendo algo. Cosa que si algún día tengo tres discos, que tengan algo en común. Desde ese lugar sí lo pensé así. Traté de que sea una analogía u otra visión por donde entrar al disco.

Hace poco leí que hoy en día los artistas ya no pueden vivir con la idea de sacar un disco cada 4 años, onda Radiohead. El mercado hoy demanda una presencia más activa. ¿Cómo manejas la parte de las redes, la virtualidad, pensar la parte visual, cómo pensás ir mostrando el disco?

Está bueno lo que decís. Es un tema de hoy, pero me llevo un poco a las piñas. Antes de sacar el disco, estaba medio afuera, sin subir nada y unos meses antes me dije: «lo voy a activar». Entonces, tuve que dejar que el monstruo me coma, porque sino subía una foto de mi cara y lo sentía forzado. Así que dije: «tuve mis redes toda la vida, no soy un outsider». +Medio que hice un pacto con el diablo, porque también creo que renegar tanto es una pose. Son las reglas del juego. Los temas también duran menos y entonces eso te lleva a que las cosas se hagan de otra forma. Es el filtro de esta época, así que tenés que tratar de hacer algo con eso. 

¿Cómo imaginas la presentación en vivo? ¿Te copa el formato streaming o preferís el vivo tradicional?

Por ahora la estoy aguantando y quizás me agarra un poco la ansiedad. Pero estoy tratando de bancar lo máximo posible para verle las caras a la gente y esas cosas que lo virtual no lo tiene. Aunque está bueno que se haya abierto ese puerta. Quizás como no me dedico a la música, no vivo de esto, me puedo dar el lujo de no tocar. Me encantaría depender de eso pero tengo otro laburo. Está bueno para los artistas que tienen que hacerlo sí o sí y está bueno que la gente se haya copado. Por lo que vi yo desde afuera está funcionando bastante. 

¿Cómo te llevas con el Trap?

Está bueno. Hace poco hablaba con un amigo de eso. A mí el Trap me ceba. Me gustan mucho el de antes, hoy en día creo que es un poco conservador, te diría, está en todos lados. Me gusta para tomar elementos y usarlo, pero ya no me genera lo que me generaba en otro momento. Alguna vez estaba soñando con «esto lo tenemos que hacer acờ y después pasó y está buenísimo.

¿Qué opinas de lo que dicen Wos y Trueno que son el nuevo rock?

Con respecto a la declaración en particular, creo está acertada en cierto punto. ¿Se parecen al rock? Sí. ¿Pero a qué Rock and Roll? Al Rock and Roll de Kiss. Todo bien con Kiss pero es algo más comercial. Para mí el Trap nace desde el mercado, no lo puedo comparar con el rock contra-cultural de los ’60s. Entiendo un poco la crítica de la vieja generación, porque a los rockeros los perseguía la policía, no hay comparación, pero tampoco salir a matarlos, porque en los ’90s si vos no decías que hacías rock no te escuchaban. Cómo le pasó a Miranda que tenía que decir que era rock. Hoy con el Trap me parece que les pasa lo mismo, hay cosas que son reggaeton y tienen que decir lo mismo.

¿A ellos los escuchas?

Lo que hace Trueno está buenísimo, lo escucho. A Wos más todavía. Me re-ceba Wos. Creo que hay que tratar de no matarse, el Rock and Roll también tenía algo de mercado, han habido cosas como Kiss, que eran chabones disfrazados que hablaban sobre sexo, drogas y rock and Roll. Con el Trap me pasa lo mismo, yo lo veo como un producto. Quizás hay que hacer al revés que con el rock y usar el Trap que nació como un producto para llevarlo a otros lugares. Hay gente que lo está intentando. Hay que ver qué pasa.