Mujeres: «En este mundo destruido por las élites aún nos quedan momentos de tranquilidad y belleza»

mayo 29, 2020

No, no es una banda de mujeres, es Mujeres«3 tipos con instrumentos», aunque antes eran 4, y hacen «música vieja con zapatos nuevos». Son de Barcelona, sacaron su primer demo en 2008, editaron unos cuantos trabajos más cantando en inglés hasta que en 2014 lanzaron el EP Aquellos Ojos; el inicio del cambio en su carrera. En 2017, y ya como trío, publicaron Un Sentimiento Importante, un disco enteramente cantado en español. Si esa obra presentaba un desafío, Siento Muerte (2020) también lo hace: ahora las voces se escuchan más y dejaron un poco de lado las texturas lo-fi de rock garage para -por momentos- sonar más limpios y claros, aunque no menos potentes. Aprovechamos la flamante publicación del álbum bajo el sello Sonido Muchacho (casa discográfica de Las Ligas Menores y Bestia Bebé en España) para conversar con Pol Rodellar, bajista del grupo.

¿Cómo fue el proceso de grabación del disco? ¿Se diferenció de algo de su anterior trabajo de estudio?

Tanto nuestro disco anterior, Un Sentimiento Importante (2017), como el EP Romance Romántico (2019) los hemos grabado con Sergio Pérez, de SVPER, no sé si conoceréis a la banda. Así que a la hora de afrontar la grabación de Siento Muerte (2020) teníamos clarísimo que trabajaríamos de nuevo con Sergio. Todo ha sido bastante similar pero sí que hemos tenido más tiempo. Siempre hemos grabado con cierta urgencia en el calendario y esta vez hemos ido con calma, pensando las cosas y experimentando con sonidos y efectos que nunca habíamos usado antes. De todas formas grabamos durante una semana, no te creas que nos pasamos un mes en el estudio. Somos gente sencilla que se contenta con poco.

¿Por qué eligieron trabajar nuevamente con Sergio Pérez como productor? ¿Qué le aportó al álbum?

Con él hay una confianza absoluta y sabe perfectamente cómo queremos que suenen los instrumentos y las voces, aparte, hace sonar las cajas de la batería como los ángeles. Lo mejor del ir a grabar con él es la proximidad y la confianza y, sobre todo, que le gustan los mismos restaurantes que a nosotros. Entre la sesión de la mañana y la de la tarde siempre vamos a un restaurante sirio llamado Ugarit que nos flipa a todos. Opción vegetariana y cárnica, para todos los gustos.

¿Cómo piensan que se resignificará ese disco al lanzarlo en medio de este contexto histórico de pandemia?

Mucha gente está viendo la relación del título del disco con estos tiempos de crisis sanitaria. La verdad es que el título ya hacía referencia a una crisis humana y planetaria que viene existiendo desde hace siglos. En España hay una terrible crisis inmobiliaria que afecta al acceso a la vivienda de casi la totalidad de los ciudadanos; la gentrificación de los espacios está arrasando con la identidad del centro de las ciudades; hemos estado varios años con un gobierno de derechas que se ha cargado los derechos laborales y, además, entre todos nos estamos cargando el planeta a nivel climático. La cosa ya estaba cruda y deben ser muchas las obras que ya han retratado esta realidad, seguramente con más acierto que nosotros, ya que en nuestras letras nos acercamos a este drama de una forma más exagerada, incluso teatral.

Si bien el sonido de Siento Muerte (2020) mantiene ciertas texturas de ruido o grano (garage) de sus anteriores trabajos, el álbum tiene un sonido más hi-fi, con más presencia de la voz, ¿por qué tomaron esa decisión?

Al principio queríamos parecernos a los Reatards, Black Lips y toda esa escena norteamericana de garaje que le daba mucha importancia formal al desastre y a la idea del DIY. Con el tiempo nos hemos ido alejando de esos sonidos, incluso como espectadores y fans, y ya no nos importa la forma o esa pose de lo «sucio» y nos hemos centrado más en crear canciones de pop acelerado. En los directos vemos que las letras tienen mucha importancia, ya que la gente las corea y alzan los puños mientras las cantan, así que es una forma de facilitarles la comprensión de lo que cantamos.

El disco tiene una potencia tremenda y recién al final «se calma», ¿se trata de una especie de «luz al final del túnel» o definitivamente del fin?

Bueno, la intención del disco consiste en reflejar que existe un espacio (físico o emocional, aquí cada uno como quiera) en el que todos estos horrores se disipan temporalmente. Un espacio de armonía y felicidad, que pueden ser los 45 minutos que dura un concierto, el momento de tomar una cerveza con los colegas sentados en una plaza o lo que sea. En este mundo destruido por las élites aún nos quedan momentos de tranquilidad y belleza. Para nosotros el grupo es uno de estos momentos, esperemos que para el público también lo sea.

En Rocktails todos los días recomendamos canciones nuevas en castellano, ¿qué «joyita» musical española del momento pueden recomendarnos ustedes?

Ahí va una: Eterna Joventut. Es un nuevo proyecto de una de las chicas de Papa Topo. Pop cristalino precioso.

¿Tienen pensado o les gustaría girar por Latinoamérica? ¿Qué les llama la atención de esa aventura?

Dios, nos encantaría. De hecho estamos trabajando para hacerlo, a ver si sale bien. Tenemos la sensación de que allí los conciertos se viven muy intensamente, sobre todo los del género que tocamos. También está la coincidencia del idioma, que es algo que tanto público como bandas tenemos que aprovechar, acercarnos más entre todos.

Últimamente algunas bandas y artistas de Argentina están creciendo en público en España. ¿Conocen alguno que les guste?

Conocemos a Las Ligas Menores, Bestia Bebé y 107 Faunos, claro. Con los Faunos tocamos una vez en el norte de España y fue una maravilla.

Leí en una nota que no viven de la música -o al menos de la banda-, ¿cómo logran hacer convivir el proyecto musical, que cada vez se torna más profesional, con el resto de sus actividades? ¿Creen que, en comparación con otros grupos, eso les cambia algo a la hora de abordar la música?

La mayoría de los grupos de España no viven de la música, son contadas las excepciones. Estamos en un punto en el que no estaríamos económicamente relajados si viviéramos de esto. De momento nos va bien pero dejar los trabajos sería un riesgo. Como siempre hemos trabajado y tocado a la vez, no nos supone ningún problema, todo consiste en saber organizarse, gestionar los días libres y estar dispuesto a «sacrificar» días de vacaciones para salir a tocar fuera. Pongo «sacrificar» entre comillas porque para nosotros no supone, para nada, un sacrificio, nos encanta. Por suerte también hemos tenido trabajos compatibles con la banda, teniendo facilidad para pedir días festivos o siendo curros entre semana, así siempre hemos tenido los fines de semana libres.

 

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