Muchas veces, cuando se habla de música experimental, se le adjudica el mote a bandas que se mueven apenas de los márgenes de la canción popular, a quien introduce un elemento a un género determinado o a quienes se pasan de estimulantes a la hora de buscar inspiración en las drogas. Pero hay búsquedas experimentales que van mucho más allá que eso. Artistas que se proponen desprogramar la música de manera tal de inventar un idioma propio.
Sin entrar demasiado en tecnicismos, que quizás ni siquiera sea capaz de explicarlos acertadamente, podemos simplificar diciendo que es música que le escapa a las estructuras clásica de la canción, elude las fronteras rÃtmicas de los compases o las escalas tonales. Incorpora microtonalidades, afinaciones por fuera las notas convencionales que propone el clave bien temperado o -justamente- realizando experimentos sonoros. Poner al servicio de la canción ejercicios matemáticos o sonidos ajenos a la música.
¿Ejemplos sin caer en las referencias wikipedianas?
Los invito a que paseen por las calles de Bamako y déjense atrapar por esta orquesta maliense comandada por Damon Albarn homenajeando al músico estadounidense, Terry Riley.
David Teie es un chiflado que estudia al sistema auditivo de los animales para componer música en base a sonidos naturales pero tocados con instrumentos ¿No me crees? Acá Jaime Altozano te lo explica y si lo buscas en las redes, el tipo está forrado vendiendo música para calmar al gato. ¡Cómo si tirarle el humo en la cara no fuera suficiente!
Pero vengamos más acá con los ejemplos. Hay 3 proyectos argentinos que merecen su atención en cuanto a música experimental. El primero es Territorio, un grupo de composición itinerante que se genera alrededor de este proyecto encarado por Juan IbarlucÃa de Pommez Internacional. La idea de Territorio es aportar nuevas visiones a la música y encararlo desde un lenguaje propio creado a partir de todo tipo de sonidos y combinándolo con otras artes como la arquitectura, la literatura, la historia o la actualidad. Su último trabajo incluye la participación de un artista de El Calafate, Yamil Nadir Assef, inspirado en la situación de la cuarentena y la amenaza de salud que genera el COVID-19 en todo el mundo.
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Otro artista argentino que comienza a abrirse paso en esta particular escena, es Joaquin Pérez, mejor conocido como Copperz. Él inició sus estudio académicos en Boston, para luego mudarse a Nueva York y finalmente unirse a las ordas del sello Black Lodge. ¿Todo muy David Lynch? SÃ, por supuesto. Allà radica su gracia: sonidos industriales agresivos que te inquietan y te sacan de la calma habitual, como la música incidental del director de Twin Peaks.
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Por último, para ejercitar mejor las neuronas y ver cómo sucede la magia de la música experimental, te invito a que te des una vuelta virtual por el festival Pleamar, comandado por Ernesto Romeo y Luciana Aldegani. Él será uno de los participante de la edición 2020 que se llevará a cabo del 18 al 23 de mayo, junto a grandes referentes de la música y el arte sonoro de Argentina y Chile. Quienes brindarán conferencias y conservatorios transmitidos en vivo, todos los dÃas a las 19hs desde el canal de Youtube Pleamar Org.
Entre les artistas se encuentran además del ya mencionado Ernesto Romeo, nuestra mimada Juana Molina, Silvio Paredes (Chile), Javier Bustos, Fernando Godoy (director de B.A.S.E. Tsonami,Chile), ValentÃn Fertorandéz (Chile), Margo Sol y Juan IbarlucÃa (Pommez Internacional).
¡Abran sus mentes!