DÃa uno del aislamiento: Que sea un escéptico no quiere decir no sea un boludo. Por eso no la vi venir. «Es una de otras gripes» – pensé en un principio. A consecuencia de esto, ahora estamos tres personas aisladas en un departamento con cierto pavor, mirando por la tele una ciudad vacÃa y el delirium tremens de la paranoia de panelistas desinformados. Una escena tragicómica para comenzar un 2020 a pleno.
Nuestros niveles de reservas para afrontar el aislamiento son discutibles. Las alacenas no se asimilan a las de un refugio atómico, no estamos tan bien provistos como nos gustarÃa en ese sentido, pero el botiquÃn está lleno y eso nos tranquiliza. Ayer, después del anuncio, pusimos en marcha el plan «CoronaBirra». Molimos tres maltas diferentes y limpiamos las ollas. Hoy ya tenemos todo listo para iniciar el proceso de nuestra IPA-Andemia.
Según los manuales cerveceros, nosotros deberÃamos estar tomando esta birra en no menos de dos semanas. Pero cuando le consulté a mi amigo (que es el master brewer del equipo) me dijo: «En una semana ya la podemos empezar a probar. Vamos a tener 50 litros. Iremos probando todos los dÃas un poco y cuando tengamos menos de la mitad ahà vamos a decir ‘asà tenÃa que estar‘». Por razones como éstas, es que somos amigos.
Por ahora la cosa va bien. Excepto por el conflicto musical que venimos manteniendo con un vecino del edificio lindante, estamos en armonÃa. Ganja tenemos de sobra y alcohol (sin gel) suficiente como para encarar una semana, porque que seamos boludos no quita que no seamos yonquis.
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