Sobre Duki, Wos y la meritocracia

agosto 13, 2019

«Un gran poder conlleva una gran responsabilidad» dijo un día el tío Ben y nos quedó marcado a fuego. El domingo 11 de agosto de 2019 en Argentina se llevaban a cabo las Elecciones Primarias para elegir presidente por 4 años. Ese mismo día Duki publicó una serie de historias en Instagram con este mensaje inicial:

«El único motivo por el cual no salgo a dar mi opinión sobre temas importantes socio-culturales o políticos es porque conllevo una gran responsabilidad debido a mi posición y difusión. Así que mi opinión suelo guardarla para no influenciar a la gente que me sigue porke quiero que tengan su propia ola de pensamiento e ideología». 

Pero pero pero, en la siguiente story escribió (las mayúsculas son del Duko, no me miren a mí):

«A ESTA ALTURA ESTÁ MÁS KE CLARO KE VOTAR O NO NO VA A TRAER EL CAMBIO, LA PRESIDENCIA ES UNA PANTALLA DE HUMO, HAY UNA MESA CHICA DE GENTE CON PODER KE ELIGE POR NOSOTROS. HOY NO IMPORTA QUIEN, EL PUEBLO TIENE QUE HACER EL CAMBIO CON SUS MANOS Y SUS ACTOS». 

Y, después de una historia donde destaca las maravillas del sentido común de ser argentino, terminó su declaración online con:

«No soy un gil ni un careta, tampoco un crack o un genio, estoy diciendo lo que varios pensamos. Hace 3 años que estoy cambiando mi mundo, mi familia y mi entorno. Con mis manos y a mi manera. Todos podemos hacer lo mismo» 

El discurso de Duki parece ser una declaración revolucionaria contra todo orden establecido. O al menos así le puede sonar a gran parte de sus seguidores. Pero al comenzar el análisis, podemos dar cuenta de que en su gen está uno de los tesoros más preciados del neoliberalismo: el self-made man; el hombre que se hace a sí mismo. Este concepto, pilar del «sueño americano» estadounidense, da cuenta de la persona de recursos bajos que a partir del trabajo y su propio esfuerzo logra el éxito. Pero no cualquier éxito; el éxito económico. En la actualidad, lo podemos encontrar mayormente bajo la forma de «emprendedor» o de «yo me rompí el culo para conseguir esto». Este modo de pensar la vida en sociedad se apoya en la experiencia de casos particulares, «casos de éxito», para realizar una falsa proyección hacia lo colectivo. En este caso, Duki se pone como ejemplo y nos dice «todos podemos hacer lo mismo». No lo creo. 

«Me puse las Gucci con un short de Nike, buzo y cadena, estoy que goteo /

Sigo volando de ciudad en ciudad, tumbando el club, shout-out para Neo /

Con cara de que nada va a salir mal, soy un rockstar, ‘toy que goteo /

Estoy donde yo les dije que iba a estar, ¿ustedes dónde están? No los veo»

Duki – «˜Goteo’

 

En primer lugar, esta concepción pone lo individual por sobre lo colectivo. Y, acto seguido, establece el mérito del sujeto como único motor del progreso personal; meritocracia. Quedan así afuera la multiplicidad de factores que también hacen al éxito o fracaso de un objetivo: macro y microeconomía, educación, azar, talento, contactos, tiempo disponible y una lista infinita. Sí, también el esfuerzo y el trabajo, pero no únicamente ellos. Wos lo explica rapeando en «˜CANGURO’, su última canción publicada dos días antes de las elecciones argentinas: 

«No para de toser trabajando doce hora’ /

Cobra dos moneda’ al mes pa’ mantener cuatro persona’ / 

Y no hables de meritocracia, me da gracia, no me jodas / 

Que sin oportunidades esa mierda no funciona

Y no, no hace falta gente que labure más / 

Hace falta que con menos se pueda vivir en paz»

 

No es novedad la conciencia social de Wos, pero es importante que ese tipo de contenido quede expuesto y diferenciado frente a discursos como los de Duki, donde la política es un lugar de otrxs, un sitio oscuro donde es mejor no tomar partido. Este tipo de lógicas apolíticas apartan a la idea de comunidad y de acción colectiva, y a la política misma como agente de transformación social, para allanarle el camino a quienes nos quieren mirando para otro lado, distraídxs. Mientras Wos canta con nosotrxs, Duki gotea en España.

 

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