El estirón que pegaron Lo’ Pibitos en el último tiempo es notable en todo sentido. Luego de una doble presentación de En Espiral, su nuevo trabajo, en Niceto (ambos sold out) uno se da cuenta de que, más allá de los lazos que nos unen, el haber tardado en lograr una entrevista con ellos es evidencia de que los últimos meses fueron de puro esfuerzo: entre la grabación del disco y sus presentaciones, estos chicos pareciera que no tienen descanso. Y todo ese crecimiento se ve reflejado en su trabajo.
Qué lÃo fue encontrar un momento para hacer la entrevista. Se notaba que habÃa mucho trabajo por hacer, y finalmente está dando sus frutos.
Dog: SÃ, fueron muchos meses de laburo en estudio y por suerte se están dando buenos resultados. Hubo buenas crÃticas y la recepción del disco fue positiva. La gente fue a los dos shows y se llenaron. Te dirÃa que hasta fueron sold out. A nivel técnico también se dieron dos recitales muy lindos.
Lo primero que se me vino a la cabeza cuando escuché En Espiral (2018) fue en lo que crecieron en estos años. Me da la sensación de que ya no son tan pibitos. Ya están hechos unos pibes grandes ¿no les parece? (risas)
Jean Luka: Tal vez podrÃamos pasarnos a Lo’ Pibes o LP. El tema es que ya es la marca que nos distingue.
Dog: Si, es verdad, igual más allá de las edades es más ese concepto de grupo, de conjunto, de amistad. Algo que además se representa en nuestras letras, en los shows y en el mensaje que damos. Pero sÅ ya estamos grandes.
Hago memoria y se me viene al recuerdo alguno de sus primeros shows allá por el 2008 en el Lado B de Niceto Club y algunas «juntadas» en las que solÃan tocar en el mÃtico rancho de la calle Sucre al 870, una casa «ocupada» que se convirtió un hervidero de donde salieron incontables artistas de todo tipo y donde pasaban a diario grafiteros, dj’s, mc’s y se armaban fiestas con una vibra increÃble.
Hoy, con un show desbordado de músicos de lo más variados han logrado una vez más reconfigurar aquel proyecto inicial de tres amigos tirando letras positivas arriba de bases de hip hop y que por aquel entonces le dieron una frescura única a la escena, mostrando una movida distinta, mezclando algo de funk con rap y otros ritmos.
Se nota que maduraron desde Bienvenidos al Presente (2016) hasta ahora. ¿Cómo analizan lo transcurrido desde aquellas épocas en el rancho de Sucre hasta hoy en dÃa?
Dog: La verdad es que con el tiempo transcurrido y con los discos que fuimos editando, que ya son tres, aprendimos bastante a cómo encarar todo. Las diferentes etapas en la grabación y en la producción. Entendimos cosas que antes quizás no sabÃamos. Hubo errores que decidimos no cometer más. Después también quisimos crecer más, meter arreglos, y eso implica mucho más trabajo porque también hay que contratar a músicos, arregladores, técnicos, y en ese sentido implica saber cuál es el lugar de cada uno en la banda. Por otro lado, también hubo que convocar a la gente idónea para poder subir el nivel a donde querÃamos llegar.
Jean Luka: Es un avance sostenido, por momentos muy difÃcil y por momentos más llevaderos. Tené en cuenta que son ocho relaciones que hay que llevar unos con otros.
En ese sentido, ¿qué cambios notaron entre producir sus discos de manera independiente a pasar a un sello boutique como Pelo Records?
Jean Luka: Más allá de ser un sello familiar y no tener el presupuesto que tienen los sellos mainstream, lo importante es la banca económica. Eso es un inicio increÃble porque ya te da un margen para llevar a cabo lo que soñás como músico en algo concreto. De esta manera también uno se pone deadlines, a diferencia de antes, que lo Ãbamos haciendo a medida del presupuesto que tenÃamos. Por otro lado, hay otro nivel de administración de recursos que antes no tenÃamos.
Dog: El equipo técnico del disco anterior lo mantuvimos. Trabajamos con Mariano Bilinkis, que es técnico, ingeniero de mezcla, pero hace de todo y ya tenemos una dinámica de laburo muy copada con él.
El cambio que se dió a nivel musical en el último disco es interesantisimo. Pudiendo haber caÃdo en un sonido mucho más comercial y digerible para el público millenial, hicieron todo lo contrario y lograron una fusión de estilos de todo tipo: desde ritmos autóctonos latinoamericanos, funk, rap, house y más.
En ese sentido, el Dog dice que «siempre hay una búsqueda de hacer algo original y no tirarnos hacia lo que está de moda en ese momento y a su vez también poder agarrar algunos elementos de lo que sonando, como por ejemplo algunos arreglos de trap» y remarca «lo que tratamos de hacer con Lo’ Pibitos es generar una música original y genuina».
Escuchaba «˜Quién soy’ y, conociéndolos desde sus comienzos, se nota que hay una identidad que nunca perdieron. Cuentenme un poco sobre eso, ¿cuál es la identidad musical de Lo’ Pibitos?
Dog: El concepto «rioplatense» creo que está bien. Ahora con los dos candombes que hay en el disco, uno más sensible y el otro más housero y bailable, se entiende un poco más esa idea.
Jean Luk: Ser rioplatense es ser urbano. Pero yo creo que en ese sentido van a ser siempre los mismos estilos que escuchamos, ya sea música latinoamericana, electrónica, hip hop, funk, jazz y los folklores en general.
Ya que estamos derribemos un mito… ¿Hacen hip hop?
Dog: Tenemos letras rapeadas, por ejemplo en «˜Quién Soy’. Y se nota mucho con la colaboración de DJ Baladi, haciendo scratch, metiendo elementos de sampling de música de Brooklyn. Ese track sà siento que es hip hop.
Jean Luka: Tenemos una forma hacer de música que es muy del hip hop, que es mediante el choppeo y los samples. La mayorÃa de lo que hago, al menos yo, sale del sampling, después puede ser que que el proceso vaya por otro lado pero siempre arranco con algún un pedacito sacado de algún tema.
Para ir cerrando, cuéntenme un poco de lo que se viene…
Dog: Estamos con los brazos abiertos esperando lo que se viene con la promoción del nuevo lanzamiento. También tenemos un viaje a Uruguay pendiente. Y bueno, A Punto Caramelo (2017) ya nos dio un montón de cosas, creo que En Espiral va a ser mucho mejor, creo que nos va a dar ese empujoncito que necesitábamos.