Misionero, el host de Batalla de los Gallos. ¿De qué se trata ser presentador?

diciembre 9, 2018

Misionero, o «el misio», es una de las patas fundamentales para que un evento de freestyle como la Final Internacional de Batalla de los Gallos se desarrolle en todo su esplendor. Es el host, presentador, y estará al frente durante toda la competencia, cerca de tres horas, agitando, organizando, pidiendo calma, explicando y varias cosas más. Es el motorcito que hace que el show funcione. pero el Misionero es un motorazo que nunca para, incluso abajo del escenario. Tiene loa valores del hip-hop como estandarte y antes de seguir con las preguntas déjenme pedirles algo en su nombre: ¡UN FUERTE RUIIIIIIIIIIIDOOOOOOOOOOO PARA EL MISIO!

¿Cómo se prepara un host para un evento así?

Primero y principal tiene que saber la responsabilidad que tiene un presentador, que no es solo presentar. Es mí casa, los invito a todos a mí casa, los competidores están en mí casa y todo lo que pasa alrededor es mí casa. Soy la cara y el encargado de mantener el orden y de comunicar lo que el evento necesita. Entonces, no es solamente animar o presentar, sino prepararse mentalmente, saber posicionarse, porque son diez mil personas. Y estar preparado mentalmente para que la gente se lleve algo extra del show; alguna palabra, algo que les haga ver lo que no están viendo, tener esa sensibilidad para poder transmitir.

Yo me preparo espiritual, física y profesionalmente. Mentalmente o espiritualmente es la parte más fuerte porque es la que conecta con el presente y permite transmitirle a la gente algo bueno. Físicamente necesito comer menos para poder llegar liviano, me muevo más para poder tener un poquito más de oxígeno, porque son tres horas arriba del escenario todo el tiempo, utilizo zapatillas cómodas, necesito estar súper despierto porque tengo que estar atento a todo lo que sucede: si alguien se desmaya, si las luces funcionan bien, recibir órdenes de la producción, cambios que siempre suceden porque es en vivo. Y en la parte profesional, que es lo que te pide la organización, me preparo para poder llevar una línea conductora y llegar a buen puerto. Entonces estudio lo que se requiere transmitir, las reglas, el formato, todo lo escrito. Esas son para mí las tres cuestiones principales.

¿Cómo creés que influirá la localía en esta final?

Yo soy un creyente del hip-hop, más allá de una competencia de freestyle esto es una rama del hip-hop. Y eso viene con conceptos y valores. Yo creo en esos valores del hip-hop. Creo en el respeto, en el amor, en la paz, la unidad.  Yo digo, aunque parezca cursi, «gana el freestyle, gana el hip-hop, gana el movimiento» porque se hace un evento de freestyle con 10 mil personas. Y en nuestra época eso no se lograba, en el primer evento de Batalla de los Gallos 2005 de freestyle había 50 personas. Más allá de todo, sigue ganando el movimiento, sigue la gente conociendo esto, y si querés ser parte de esto, éstas son las reglas. Disfrutá sea cual sea el resultado, aunque a veces no sea lo que esperás, la vida también se trata de eso. Disfrutemos de este momento. Puede llegar a favorecer la localía porque, obviamente, van a querer gritar los punchlines de Wos, van a querer que gane. Pero creo que el público argentino puede captar y tener sensibilidad con los demás pibes de otros países, que al fin y al cabo son chicos como nosotros buscando un sueño.

¿Qué le recomendarías a alguien que va a mirar por primera vez esta Final Internacional?

Que miren el evento en su totalidad sin profundizar en nada y que puedan absorber lo superficial, ya van a tener tiempo de introducirse en lo profundo. Tomarlo como un show, como algo no tan serio. Lo único profundo que me gustaría que tomen es que miren que cuando los pibes terminan de competir se dan la mano. A mí me encantaría que en lugar de tirarse piedras en un micro se puedan subir a un escenario a discutir y después darse la mano. Sería un mundo distinto, si tengo un problema con vos nos rapeamos en lugar de cagarnos de a piñas, que la violencia pase por la palabra y por quién es más inteligente para llevar un debate adelante y después listo, nos damos la mano.

Estuviste recorriendo Latinoamérica con el programa Panamericana, a partir de esa mirada más global, ¿cómo ves el movimiento de freestyle en Argentina?

Argentina tuvo una influencia muy grande que fue disparadora en el resto de Lationamérica. Fui a otros países y escuché a pibes rapear como argentinos, rapeaer como pibes del Quinto Escalón y hacer las mismas movidas en las plazas. Pero ahora en Argentina bajó un poco el tema de las plazas, y recién ahora está repuntando de nuevo.

¿Cómo nace Misión Hip-Hop, la competencia que organizás?

Misión Hip Hop justamente nace de la necesidad de que el hip-hop no se pierda. En enero de 2018 explotó fuerte fuerte el trap y bajó el freestyle, como que la gente se pasaba para ese lado. Y empezaron a tomar como líderes de opinión a personas que decían que está correcto, ponele, drogarse, estar lleno de minas y la soga de oro. Para mí eso no era hip-hop y sentí que el freestyle tuvo tanta tanta influencia que al no tener presentes los valores del hip-hop, cualquier ola que venía la gente la seguía. Entonces Misión Hip-Hop nació para decir «estamos acá todavía, el hip-hop sigue, es el respeto y tus zapatillas de marca no definen la persona que sos, y ni siquiera tus rimas, primero hay que mejorar tu persona». Queremos decir que el freestyle está vivo, buscar nuevos talentos, viajar al interior a buscarlos. De hecho nos encontramos con raperos como Zaina, de 15 años, que es un pibe que la está rompiendo fuertísimo. Y hay un montón de pibes más.

Me sentí como Leónidas con la banda de 300 bancando al movimiento y dándole para adelante. Y con competencias como FMS (NdR: liga profesional de freestyle) que arrancó este año, se armó de nuevo como una especie de sinergia y empezó a funcionar todo otra vez.