¿Por qué amamos a Animal Collective?

agosto 22, 2018

Quienes siguen este portal desde hace un tiempo sabrán que siempre tuvimos una devoción muy grande por Animal Collective; y quienes siguen a esta banda desde sus inicios podrán entender muy claramente nuestro fanatismo. Por eso dar la noticia de que nos visitarán después de 10 años, nos llena de emoción y de palabras que necesitamos sacar a flote.

El trío estadounidense se presentará el próximo 30 de agosto en el Teatro Vorterix, y llegan justo para presentar algunas de las nuevas canciones que componen su reciente material Tangerine Reef, y para celebrar un nuevo aniversario de uno de sus discos claves, como lo fue Sung Tongs.

Ya sabemos que las comparaciones no ayudan para describir algo nuevo, por eso evitaré decir que ellos son los Beatles o los Beach Boys de nuestra generación, pero sí podría decir que en plano experimental, tuvieron las mismas agallas para extrapolar todos los límites con sus grabaciones.

Su disco de 2004, Sung Tongs, rompió todos los esquemas de la música que veníamos escuchando para entonces, fue una patada en las consolas de los estudios y a su vez, la tesis de un trabajo de campo que Animal Collective llevó al extremo. Con grabaciones en diferente calidad, con canciones amorfas, con texturas y multiplicidad de capas que acarician tus neuronas más inalcanzables.

Esa relación exquisita entre lo acústico, lo orgánico y lo experimental fue ganando terreno en Feels, su siguiente trabajo y terminó de explotar en Strawberry Jam, al cual podemos adjudicarle ser el padrino de toda la nueva generación psicodélica que afloró en el nuevo milenio. MGMT, Tame Impala, Neon Indian y me animaría a decir que hasta los propios Mercury Rev, se redescubrieron gracias a estos discos de Animal Collective.

Pero el disco que los puso en la cima y redefinió los parámetros de grabación y composición, para los que vinieron después, fue sin dudas Merriweather Post Pavilion. La prensa del rock se atropellaba para destacar esta obra psicodélica y moderna sin precedentes. Por aquellos años, esas canciones podían condimentarse con unas ricas Shivas, Mayas, Bicicleta (25° Aniversario), las Rolling, entre otras dosis de LSD que se conseguían a buen precio y te convertían en la tripulación del Submarino Amarillo 2.1.

Recuerdo, como si fuera hoy, la vez que conocí a Ezequiel de la Parra (creador de este portal) y nos pusimos a hablar de la música actual que nos gustaba y que nos motivaba a emprender caminos no transitados como los de los portales web sobe música que casi nadie escuchaba. Animal Collective fue el centro de esa reunión. Fue el idioma en común que posibilitó que años más tarde me sumara a esta aventura.

Por eso sé que no exagero cuando arriesgo en comparaciones odiosas, porque estoy convencido de que nuestra generación, quienes nos criamos al calor de esta nueva psicodelia, no vamos a tener más que palabras de alabanzas para Animal Collective, cuando el futuro nos encuentre convertidos en ancianos. Y estaremos orgullosos de haber sido sus contemporáneos.