Gordon Raphael es uno de los responsables del sonido de los dos primeros discos de The Strokes, y por ende, comparte con ellos el legado que generaron a comienzos del milenio para lo que hoy conocemos como la escena indie. Tanto para Alex Turner (quien acaba de confesar que él sólo querÃa ser uno de los Strokes cuando comenzó) como para muchas bandas nacionales, que generaron el reverdecer de la escena local. La magia radica en su visión del rock, su método para capturar la esencia de un grupo de amigos tocando en una habitación. Pero además de su oficio como productor, siempre fue un compositor de canciones y se encuentra en Argentina para presentar su más reciente material, titulado Sleep On The Radio, en el que rinde un cierto tributo a aquellos programas radiales que le presentaron a sus bandas favoritas y – obviamente – a aquel sonido que lo enamoró cuando era adolescente.
Pero no es la primera vez que nos visita, Raphael viene al paÃs desde comienzos de esta década, estuvo grabando a varios artistas nacionales y convocando a músicos argentinos para que sean parte de su banda. Es por eso que conoce muy bien nuestra escena, entiende cuál es nuestra relación con el rock y la destaca por encima de cualquier ciudad; porque para él, el rock es lo más importante del mundo. Un tipo que sigue vibrando y viviendo la música como un joven apasionado.
No sé si sabÃas pero The Strokes es una banda muy influyente para la escena de rock actual en Argentina. Tenemos muchas bandas locales que a partir de ellos, sintieron que se podÃa tocar la guitarra discretamente y aún asà tener un sonido copado. Asà que por ende vos también sos una influencia aquÃ.
No lo sabÃa exactamente, lo mismo pasó en Nueva York y en Reino Unido. Los chicos que sólo escuchaban Techno, y odiaban el rock, cambiaron su forma de pensar y empezaron a armar bandas y a tocar la guitarra. Dijeron «no tenemos que hacerlo como Fleddwood Mac, podemos hacerlo como The Strokes». Pero no sabÃa que pasó lo mismo acá. Algo pasó cuando ellos vinieron en 2011, dieron un gran show, y esa es otra forma de empezar. Porque mucha gente me contactó a través de internet y yo no sabÃa que pasaba. Después vi que tocaron acá y entendà porque tenÃa 3 mil nuevos amigos de argentina en Facebook.
¿Qué te pasa cuando ves que artistas como Alex Turner (y muchos otros) dicen yo solo querÃa ser uno de The Strokes?
Para mà es un honor, porque cuando yo era pibe escuché a Jimi Hendrix, The Beatles, The Doors y Frank Zappa. Ellos me mostraron un montón de maneras de cómo el rock podÃa ser y qué era lo que yo querÃa hacer con mi vida. TenÃa 11 o 12 años, habÃa muchas cosas en esas músicas a las que debÃa prestarle atención, habÃa cosas sobre la vida ahÃ. Por eso, que haya ayudado a otra gente a tener esos sentimientos es como una recompensa. Yo tomé algo y se lo trasladé a alguien más. Es una cosa hermosa y espiritual.
¿Cómo es volver a las canciones después de un largo camino produciendo los temas de otros? ¿Te apoyas en la opinión de alguien más para saber si suena bien o no?
Nunca me importó lo que la gente decÃa. Desde que era adolescente. Inclusive cuando la gente me decÃa que era una mierda, que estaba mal. Cuando escribÃa me decÃan que estaba mal, y también cuando cantaba, escribÃa poesÃa o hacÃa arte. Y para mà era como «que se vayan a la mierda, a mà me gusta hacerlo. No es que piense que está bueno, porque estarÃa en problemas, pero si siento que está bueno, entonces, genial».
¿Cómo es tu proceso creativo?
Nunca sé lo que va a pasar. Primero trato de encontrar en la guitarra un sonido que me parezca poderoso, ese sonido de una cuerda de metal. Lo grabo, después lo escucho y empiezan a aparecer algunas palabras, las escribo en un pedazo de papel. No sé lo que voy a decir, pero asà van surgiendo las letras y después quizás le busco un significado. Pero usualmente mis canciones vienen de ningún lugar, sólo desde mi imaginación y el espacio.
Te pido que me cuentes cómo fue que un dÃa cayó a tu estudio Ian Brown…
Fue asÃ. Yo conocÃa su música, pero no supe que era él hasta que entramos al estudio y escuché su voz. Estaba en mi estudio con él parado atrás de mà cantando, y en un momento le pregunté si era Ian Brown de The Stone Roses y me dijo «soy Ian Brown, pero The Stone Roses se separaron hace tiempo y yo estoy haciendo mis propios temas ahora». Fue una sorpresa. Él estaba cerca y encontró mi estudio en la guÃa de teléfono. Yo ni siquiera sabÃa que mi estudio figuraba en la guÃa. Vino porque le quedaba cerca del departamento y tenÃa que irse al aeropuerto para volar a Inglaterra. Sólo se llevo un demo con las voces grabadas y nunca escuché la versión completa, pero la pueden buscar en Internet, fue algo que hizo con 808 State. Él cantó solo una vez la voz y me dijo: «quiero el micrófono con el que tocan todas la bandas en un bar, el más barato que tengas» (un Shure SM57); lo grobó y dijo «está perfecto». Hicimos otra toma para grabar segundas voces y quedaron. Cuando lo mezclé me dijo que le gustó mi sonido y lo rápido que trabajaba, yo no lo podÃa creer. Eso fue en 1997. En 2002, después de grabar con The Stokres, me mandó un mensaje a través de su manager para saludarme y decirme que le habÃa gustado el disco.
¿Cómo fue la experiencia de grabar el primer disco de Regina Spektor?
Cuando grabamos hicimos el acuerdo de que grabarÃa y cantarÃa al mismo tiempo. Si la tocaba bien iba al disco, si no lo intentábamos al otro dÃa. A veces tocaba unas siete veces una canción, entonces parábamos y tratábamos la siguiente semana. Ella era increÃble. Sólo agregamos violines en tres temas, un amigo mÃo tocó en una canción. Pero la mayor parte de la sesión era sólo ella tocando y cantando al mismo tiempo y nosotros solamente mirábamos. Ese fui mi trabajo con ella.
¿Qué conocés de la escena indie argentina?
Lo qué sé de la escena local es lo que veo cuando vengo de visita y voy a shows, salgo a caminar, conozco a los músicos de la bandas, veo cómo la gente se viste, qué música pasan los DJs. Me recuerda a lo que pasaba en Inglaterra en 2004. TodavÃa están pasando The Sotrkes o Artics Monekys y bandas asÃ. Eso es interesante porque se ve más que en Reino Unido o en BerlÃn. Acá y en México, el rock es como en los 60’s. Alrededor del mundo entero hay una identidad reconocible: en la forma de vestirse, en la música que escuchan y que es como un subcultura interesante. Hay tango acá o música electrónica y un montón de géneros, pero hay un gran respeto por las guitarras y los músicos. Esa es mi visión.
¿Más qué en Inglaterra?
Lo digo siempre, Argentina tiene un amor más poderoso por las guitarras y el rock y los sentimientos de rock, mucho más que en Europa, Inglaterra o Estados Unidos en los últimos 10 o 15 años; donde no es importante. Ya no se habla mucho de rock en esos lugares. Cuando vengo acá y escucho hablar sobre rock, puedo tocar y armar bandas. Eso es difÃcil de hacer en Europa. Por ejemplo, vivà en BerlÃn 13 años y sólo toqué 2 o 3 shows de mi música allá. Y acá toqué 11 o 12 conciertos en 2014. Y ahora tengo 6 shows en un mes. ¿Dónde voy a encontrar diversión si no es acá? Todo el mundo me conoce en Buenos aires, no me pasa en Berlin, ni Nueva York, ni Seattle. La gente me saluda en los bares o me reconocen en los taxis y siempre me preguntaba por qué pasaba eso. Y en 2011 un taxista me dijo «Gordron, el rock es diferente acá por la historia y la polÃtica, y cómo se dio esa cosa de unidad. Y está más allá de cómo pasa el Reino Unido o en Estados Unidos. Tenemos una relación especial porque nos recuerdan a tiempos en que cierta información, sentimientos y unidad se transmitÃan con esas canciones que estaban prohibidas. De alguna manera, gente como Charly GarcÃa y otras personas tocaron el corazón de la gente, le dieron esperanzas cuando no habÃa mucha esperanza«. Nunca habÃa escuchado sobre la dictadura, de los vuelos de la muerte y un taxista me la contó. Entonces entendà todo.
¿Por eso te gusta tocar con bandas argentinas?
Cuando la gente me pregunta en todo el mundo por qué voy a grabar a Argentina o por qué toco con argentinos, les digo que es porque para ellos esta música está mucho más viva. Ellos la siguen tocando porque tiene que ver con su cultura, su historia, su polÃtica, está en su sangre.
¿Creés que el rock tiene que tener ese carácter revolucionario o contestatario; o simplemente puede ser un género pop como cualquier otro?
Cuando escuché The Beatles y The Doors tenÃa 12 años, y parte de la razón por la que pensé que esto era importante fue porque estaban diciendo lo que estaba pasando. Entonces, pensé que el rock era la cosa más importante en el mundo porque lo puede cambiar. Eso era lo que pensaba cuando era adolescente y sigo creyendo que el rock tiene mucho poder para hacer esas cosas.
Durante mucho tiempo se pensó que el rock era cosa de jóvenes, pero hoy sabemos que eso no es tan asÃ. ¿A quién te dirigÃs cuando componés ahora? ¿Cuál es el mensaje que intentas transmitir?
Cambiaron muchas cosas de cuando tenÃa 17 años. Cuando era adolescente para mà se trataba de armar tu banda, ganar millones, tener tu jet privado, tu limusina, cientos de chicas y fiestas, tipo Led Zeppelin o The Rolling Stones. Ahora lo que trato de mostrar es que estoy acá sentado, que toda mi vida estuve haciendo música y aún sigo vivo, que como fruta y que – de alguna manera – tocar el piano, la guitarra, escribir, me mantiene vivo. No sé cómo. Es algo mágico. Es como que represento una esperanza para los demás para seguir creando, trabajar en las cosas que les gustan y dejar de hacer cosas que odian. Creo que eso es un mensaje importante. Yo tenÃa 42 años cuando grabé a The Strokes. Ahora sigo tocando con mi banda, viajo, grabo, estoy en los medios y saco discos. Otro mensaje importante es que cuando estoy tocando en una banda con otras personas nos miramos, sonreÃmos, tocamos todos la misma nota al mismo tiempo y sabemos lo que va a pasar. Somos todos diferentes, pero estamos unidos en una forma poderosa. Eso la gente lo ve y nota que estamos felices tocando, nos movemos con energÃa y piensan que eso es algo interesante.
¿Tenés alguna fórmula para grabar o cuando descubrÃs un hit le das un tratamiento especial a ese tema?
Siempre hago lo mismo. La banda tocando en el estudio, el cantante está conmigo mirando, y una vez que está grabado, agregamos las voces. Y si todos estamos contentos, decÃmos «ok, lo tenemos». Después grabamos alguna guitarra más o un piano. Siempre es de la misma manera.
La banda que te acompaña ahora es argentina, como Calendar que fue la primera que te acompañó de gira y con quienes grabaste ¿Son los mismos músicos?
No, ellos fueron mi primera banda. Es mi tercera banda argentina y me encantan. Se llaman The Wilds Cards. Vamos a tocar el 5 de julio en La ConfiterÃa, junto con Victoria Venus que es una bailarina performática. Va a estar buenÃsimo
¿Qué significa para vos tocar para el público argentino, después de todo lo que hablamos sobre cómo se vive el rock acá?
Hice mi primer tour europeo el mes pasado, toqué en 16 ciudades, tocando mi música y mi nuevo álbum; y fue muy lindo. Después vine aquÃ, ensayamos y a la semana tocamos en Salón Pueyrredon y habÃan unas 150 personas que se volvieron locas, la banda tocó increÃble y fue perfecto. Pero no es solo el público, me pasa también cuando camino por la calle y conozco gente, son amigables y abiertos. Me gusta trabajar con argentinos, me gusta grabar acá, me gustan los estudios de acá, cualquier cosa musical que pasa aquà esta bien para mÃ.
Agradecimientos: Belén de Corazones y www.soloparaentendidos.com«‹