Los covers siempre constituyen un desafió, porque se corre el riesgo de quedar a mitad de camino de una «imitación» o la comparación con la canción en su versión original acecha a los artistas que se animan a revisitarla dando su sello personal.
¿Pero qué pasa cuando la interpretación no se corresponde con la canción original? Recordemos algunos covers bien irreverentes con respecto a la primera versión.
Limp Bizkit y su versión new metal del clásico de George Michael titulado «Faith».
The Mike Flowers Pops y su versión lounge de «Wonderwall» de Oasis
Alanis Morissette con su (paródica) muy melódica rendición de My Humps de Black Eyed Peas
Queen y una de sus perlas «Bicycle Race» …. en versión happy hardcore de la alemana Blumchen