K-pop: Otro caso de pop como política de Estado

abril 18, 2018

Así como en otro artículo analizábamos como Suecia impulsó su industria musical ahora analizaremos el fenómeno pop coreano.

El K-Pop es una industria musical que genera 4.700 millones de dólares, de acuerdo a la Agencia de Contenido Creativo de Corea del Sur. Es sólo una parte de un movimiento mucho mayor llamado «ola cultural surcoreana» (Hallyu). Por su brutal desarrollo económico ha obligado al Estado coreano a crear dicha agencia con el fin de que gestione todo lo vinculado con la proyección internacional de la música, el cine, el manhwa (el manga surcoreano), la moda, la animación, la gastronomía, los videojuegos y la televisión locales.

Primero fueron las series de televisión (K-dramas) las que comenzaron a exportarse a países como Japón y China. Con ellas se popularizó el resto de la cultura del país. Luego fue el k-pop ,que gracias a Youtube, se difundió mundialmente creando millones de fans y ampliando mercados para el género.

El auge del K-Pop no es sólo musical, ya que se han creado parques temáticos y museos dedicados a ese genero, por lo que se está convirtiendo también en un gran impulso para atraer el turismo a ese país. Cuesta 86 dolares acceder al parque SMTOWN, ubicado en Seúl.

La Oficina de Turismo de Seúl ya propone rutas basadas en la ola cultural surcoreana (Hallyu).
Incluso el k-pop llega a tener impacto diplomático, una banda famosa llamada Red Velvet pudo presentarse recientemente en Corea del Norte, sin dudas un gesto que contribuye al deshielo del vínculo entre los dos estados.

Como muestra del genero, aquí mostramos un videoclip de las Red Velvet y uno de Sumni, otra de las exponentes del movimiento.