20 años cantando las canciones del desertor

febrero 14, 2018

Cuando pensamos en la música de los 90’s posiblemente se vengan a nuestras mentes el sonido del Britpop, el Grunge o «“ tierra adentro «“ el albor del rock nacional con sus gigantes en pleno auge, llenando estados y recorriendo América Latina como embajadores de la música hispana. Pero hay un disco que está por cumplir 20 años que, también, cambio el curso de las cosas.

La pareja musical la componían Dave Fridman y Jonathan Donahue. El primero se convertiría en la siguiente década en uno de los productores más destacados de la neo-psicodelia, mientras que Donahue abrió una puerta tridimensional con su poesía onírica y su frágil timbre de voz. Juntos comenzaron un proyecto musical casi por accidente. Ambos eran fanáticos del Surf y comenzaron a componer canciones para musicalizar los videos que grababan con una Super 8.

Ambos eran conocidos por su trabajo con Flaming Lips, pero no muchos se enteraron que Mercury Rev, era el proyecto en el que daban rienda suelta a todo su potencial como creadores de ambiente. Al comienzo con sus discos Yerself Is Steam, Boces y See You on the Other Side naufragaron por archipiélagos de violas y capas de sonido, en busca de nuevos horizontes; pero fue con Deserter’s Songs que se sumergieron en las profundidades de un océano sonoro al que muchas bandas como Tame Impala, MGMT,  Luna o Neon Indian utilizaron, luego, como fuente de inspiración.

Otro partícipe necesario fue Grasshopper, guitarrista y mejor amigo de Donahue. Ambos eran el núcleo compositivo de Mercury Rev, y luego de una primera década errática y lejos del mainstream, las luchas de egos los apartaron. Donahue sufría de una depresión compositiva inducida por su alcoholismo y ambos estaban en un in pass en su relación. Sin embargo, un llamado de The Chemical Brothers para colaborar en el sencillo The Private Psychedelic Reel, le devolvió la confianza de componer a Jonathan.

Luego de pasar seis meses en las montañas de Catskill, Grasshopper y Donahue, habían recompuesto su amistad y tenían bajo el brazo un puñado de canciones que los inmortalizarían para siempre. Vuelta en Nueva York y con Dave Fridman exprimiendo al máximo las posibilidades que ahora aportaba el Protools, dieron con su masterpiece.

El resultado final forma parte de la historia de la música contemporánea y fue una puerta de entrada a un mundo infinito de posibilidades que se daban ahora dentro de un estudio de grabación y Dave Fridman tenía la llave. La buena noticia que acompaña este nuevo aniversario, es que Mercury Rev se propuso salir a festejarlo con sus fans europeos y nosotros «“ por qué no «“ fantaseamos con que por vez primera vengan a conocer a los miles de corazones que conquistaron en Sudamérica hace dos décadas; y así podamos (todos juntos) cantar las canciones del desertor.

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