Joyas del Soul

diciembre 7, 2017

Una canción de un/a artista fuera de radar. Que cautiva, que enamora. Con sólo una canción. Artistas que crearon algo hermoso y que, por algún extraño designio del destino, nunca más pudieron volver a hacerlo.

Esa categoría de «canciones únicas» donde entra una legión de artistas que tuvieron su momento, sus cinco minutos, y solo eso. Aquellos «One-hit wonders« desplegados por todas las épocas y estilos.

Y donde también entra mucho del Soul de EEUU de los 60s y 70s, en donde la música se regía casi exclusivamente por singles (como hoy, básicamente). Donde había verdaderas factorías de hits compuestos por una selección de genios, cada una con su sonido característico, con su marca de calidad.

La más conocida fue Motown, en Detroit. Bajo el mando de Berry Gordy y las canciones suyas, del team Holland-Dozier-Holland, Smokey Robinson y otros tantos, Motown era una verdadera fábrica de joyas, con un sonido muy definido, cortesía de los llamados Funk Brothers, la «banda estable» del sello. Motown era lo más Pop dentro del Soul. Lo más pulido. Lo más «perfecto». De la «escuela Motown« salieron pesos pesados como Michael Jackson, Stevie Wonder, Diana Ross o Marvin Gaye.

En Memphis el sonido era más crudo, con una presencia más fuerte de secciones de vientos. Memphis era tierra de Stax Records y de Hi Records, las fuerzas detrás del llamado Memphis Soul. En Stax habitaba entre otros un tal Otis Redding y la «house band« de Booker T. and the MGs. En Hi Records, los reflectores se los llevaba un señor Al Green, con la dirección musical de Willie Mitchell.

Cuando uno se adentra en el universo del Soul de esa época, normalmente empieza por los «básicos», algunos consagrados como: Michael Jackson, Stevie Wonder (pre-I just called to say I love you), Marvin Gaye, Otis Redding, Al Green, Aretha Franklin… o con James Brown, toda una categoría en sí mismo.

Y también con una cantidad enorme de canciones buenísimas cantadas por artistas que se quedaron ahí. Que no lograron trascender mucho más allá de esas canciones, hallan sido hits o no. Canciones descollantes, pero que no tuvieron una continuación en trabajos siguientes, y quedaron sepultadas en la inmensa cantidad de música de esa época.

Esas canciones las podés encontrar hoy, mezcladas entre otras muchas en una cantidad abismal de recopilaciones (prueben buscar en Amazon «Motown Singles«, por ejemplo…), y en sellos que hoy se dedican a bucear y editar gemas ocultas, como el genial Numero Group.

Encontrar gemas es uno de mis placeres musicales. Escuchar una recopilación y de repente «EPA! ¿Qué es esto?«… Comprar un disco solo por una canción… Mucho de eso.

Y tengo mi playlist de Joyas del Soul, en donde quedan afuera los más consagrados y nos concentramos en las «canciones únicas». (Aunque siempre recomendando, para quien no los haya escuchado aún, There’s a riot goin’ on, de Sly & The Family Stone; You send me, de Sam Cooke; What’s Goin’ On, de Marvin Gaye; Black Moses, de Isaac Hayes; Otis Blue, de Otis Redding; Al Green Gets Next to You; Inspiration Information, de Shuggie Otis; Betty Davis, de Betty Davis… y puedo seguir un rato muy largo… ah, si, y esta gloria, que ni siquiera está en Spotify).

La música es magia. Y aprovechamos el canal de Spotify de Rocktails para compartir esa magia única.