Morbo y Mambo: «Ni aún queriendo tocar puramente un género nos sale así, es como una batalla perdida»

octubre 12, 2017

Morbo y Mambo, la banda argentina que no entra en ningún género y coquetea con todos, lanzó su tercer álbum de estudio: Muta. Como revela el título, se trata de un paso más en el proceso de transformación constante que atraviesa a la banda. Ahora, hay más lugar para la electrónica y hasta para la canción.

«Hay elementos nuevos en este disco que no habían aparecido en los anteriores, como que las canciones tengan introducción, nudo y desenlace. Un solo recorrido en pos del desarrollo armónico» cuenta Mateo Aguilar, batero y pilar fundacional de la banda.

¿Por qué decidieron incorporar estos nuevos elementos?

Por falta de pruritos. Nos gusta abarcar mucho, es la manera en que nos sale. Ni aún queriendo tocar puramente un género nos sale así; es como una batalla perdida. Hay un sabor en la yuxtaposición y en no hacerle asco a nada. Que sea dub, que sea afrobeat, nos gusta el stoner. Somos instrumentales pero no nos cerramos a hacer canciones. Fue natural. No hubo nada premeditado en ese sentido.

También hay momentos del disco en los que hay tres teclados y nosotros tenemos dos, pero no tenemos ganas de agregar uno más, entonces alguna línea la tiro yo en el octapad. Si el tema necesita que tenga cuatro capas de teclado y es el sonido que queremos, lo hacemos. Después vemos de qué nos disfrazamos en vivo. Texturas a Morbo no le faltan.

¿Cómo gestaron Muta?

Hubo un laburo diferente respecto de los discos anteriores. Sobre todo en cómo se trabajó el material que terminó entrando en el álbum. Recién al tercer disco estamos llegando al material que más nos representa.

Esta vez no fue esperar a tener todo el material junto, sino en tener temas terminados. Íbamos y los grabamos de a tres o cuatro por vez. Analizamos mucho más el setup de grabación que nos servía mejor a cada tema. No grabamos en estudio, sino en una de las salas grandes de La Fábrica, que tiene una reverb natural increíble. Entonces, nos encerramos en el estudio a terminar el disco nomás. Eso nos dio un poco más de distancia con el material.

¿Cómo fue el trabajo con los invitados?

De diferentes formas. Maxi Russo -NdR: trombonista, guitarrista y tecladista- compuso Pomán pensando en Santi Motorizado aunque dentro del universo Morbo y Mambo. Por suerte pudo grabarlo.

Con Nick Allbrook estrechamos más el brazo cuando vino la última vez con Pond. Con él y Jamie Terry (tecladista) fuimos a Mar del Plata juntos. Le mostramos el tema en ese momento y en febrero, cuando estábamos trabajando en el estudio, le preguntamos si se copaba a cantarlo. La letra la compusimos nosotros y él propuso varias cosas propias de su oficio como songwriter.

En cambio Andrés Nusser, ex Astro, no se quiso sugestionar con la referencia. «Me mando a hacer la mía» dijo, y nos devolvió esas voces hermosas.

¿Y el remix al final de XXY?

Cuando estábamos cerrando el tema Jungla, que al final tiene un outro de caños, se lo pasamos a UTUTUT, un DJ y productor amigo nuestro. Él flasheó y con las bajadas en estéreo se puso a trabajar e hizo un remix en 40 minutos.. Nos gustó tanto que le dijimos que vaya al estudio y lo haga con el multitrack.

Nunca habíamos tenido un reprise, aunque también es un remix, así que es un reprix.

Morbo y Mambo

Para completar la experiencia, a los Morbo y Mambo hay que verlos en directo. A la hora del vivo, la banda despliega sus múltiples texturas que contagian y hacen bailar a quien se encuentre en la sala.

El viernes 13 de octubre presentan Muta en Niceto Club, Buenos Aires. Luego, lo harán en Mar del Plata, Neuquén, General Roca, Mendoza y La Plata. «Vamos a tener un armado nuevo de escenografía lumínica. Estamos desarrollando una escenografía que podamos montar en todas las fechas. Que sea móvil y audiorítmica» cuenta Mateo, quien también adelanta que pueden haber más sorpresas arriba del escenario.