Tal cual les aseguramos una vez, aquà defendemos nuestras palabras con verdades tangibles. La poesÃa – ajena su falso certificado de defunción – está más viva que nunca. Quizás ya no se la encuentra en las servilletas de los bares, quizás ya no recorre los vacÃos corredores de las bibliotecas ni habite el microcosmos de la televisión; pero está más viva que nunca.
A continuación, evitando la chabacanerÃa, la rima empalagosa y las listas agobiantes que empiezan con «te quiero», les dejamos un grupo selecto de poetas que sobreviven en la red del pajarito.
[playbuzz-item item=»1a1a1958-1ddc-4306-8e75-7c2248919de9″ format=»list»]