Un fanático cordobés de Damas Gratis decidió inmortalizar la firma del astro cumbiero Pablo Lescano en su omoplato y ante el resultado decidió compartirlo en Twitter. La respuesta del cantante fue: «Te cagaron, esa no es mi firma», a lo que el pibe lamentó: «Uh, no me digas». El autógrafo que le inmortalizaron en la piel es falso.
La joda sucedió hoy por la mañana y fue cierto fenómeno en las redes sociales, una historia ideal para llevar al programa televisivo Bad Ink. La verdadera firma de Pablo Lescano es la siguiente, hay que aceptar que es parecida por lo menos:
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