Lo de METZ fue muy particular. VenÃan mermando por la hermosa escena noise de Toronto hasta que en 2012 tuvieron su partido en las grandes ligas: editaron por medio de Sub Pop –ese sello con el que siempre soñaron, lloraron y gritaron- su debut homónimo. ¿El resultado? Un disco ruidoso a potencia de fuzz, punk rock y algún que otro tinte hardcore. Son tres pero parecen cien a juzgar por sus shows en vivo. El sueño del pibe siguió, girando por todos lados con Mudhoney como una especie de banda tutora (lujos y más lujos en menos de dos años). Ambos actos protagonizarán la noche del domingo en Niceto Club y para la ocasión tuvimos la chance de charlar con el bajista Chris Slorach acerca de recitales turbios, escenas de golpes musicalizadas por Tom Jones y demás cuestiones.
-Desde 2012 METZ se subió a una montaña rusa, ahà arrancaron y no pararon. ¿Fue un garrón o estuvo bueno que todo suceda tan rápido?
-Definitivamente lo disfrutamos. Puede ser muy cansador a veces, pero cuando te acordás que estás viajando por el mundo y tocando, te llena de energÃa. Pienso que el verdadero desafÃo es mantener cierto balance entre girar, componer y tener una vida casera. Si te quemás haciendo una sola vas a cagar las otras y te vas a ir para abajo.
-¿Qué hay del nuevo disco? Vienen mencionando el tema desde el año pasado.
-Tenemos una bocha de canciones nuevas y otras en las que seguimos laburando. Venimos mencionando el tema hace rato porque siempre tenemos nuevas ideas, pero siempre se complica todo por viajar tanto. Por lo general no hay tiempo ni lugar para escribir, entonces tenemos que esperar a llegar a casa y enfocarnos en eso. Es emocionante tener nuevas ideas y crear algo fresco después de tanta ruta. No tenemos un deadline pero estamos en eso.
-¿Qué onda girar con Mudhoney? ¿Son una manga de abuelos que se la pasan hablando de otras épocas o unos copados?
-Girar con ellos siempre es divertido. Son una banda increÃble y tienen el don de darte la bienvenida a todo. Calculo que deben tener una tonelada de historias para contar si les pedÃs pero siempre están divirtiéndose con los demás. Al principio estábamos muy tÃmidos, claro, porque crecimos escuchándolos. Después de pasar el rato con ellos se transformaron en nuestros amigos.
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-Es fácil determinar la fuente de inspiración de METZ. Lo jodido es aclarar qué no les genera nada ¿Hay bajones de influencia a la hora de escribir música?
-Creo que el único gran bajón de inspiración es no ser honesto con lo que hacés. Es fácil hacer lo misma una y otra vez o simplemente emular lo popular… Pero la joda es empujar verdaderamente a ser honesto con lo que mejor te sale. Lo que quieras sacar de esa experiencia es lo importante, puede ser jodido a veces hasta para los artistas más originales. Si se vuelve una fórmula u algo artificial, estás en la lona.
-Las bandas siempre tienen una actitud extrema con los pibes que se suben al escenario a hacer pogo, mosh y slamn. ¿Cuál es tu postura?
-Amo que la gente se divierta. Asà sea con mosh, baile, slam o pogo… Lo que sea, es parte de ir a un show, lo único que no quiero es que nadie se lastime. Todos estamos ahà para pasarla bien.
-¿Cuál fue el show más loco, el que se te fue de las manos?
-Uno de los más fuleros fue en un bolichito de Praga. Es una ciudad hermosa y nuestro manager es checo, sabÃamos que se iba a poner pesado. El show fue una locura. Creo que muy pocas personas fueron las que no tocaron el piso, todos terminaban en cualquiera y hasta entraron y salieron del lugar haciendo mosh. IncreÃble.
-Son de la misma ciudad que Justin Bieber ¿No les da bronca que sea famosa por él y no por su grandiosa historia musical?
-(Risas) No, pobre Justin. Nos importa un carajo ese tipo de celebridades. Como dijiste, la escena de Toronto es tan grossa que te colgás con esa excitante, interesante e inspiradora música en vez de toda la pavada mediática ¿Justin y Maidana van a pelear? Ojalá.
-¿Qué se siente formar parte de Sub Pop? Se ven más como una familia que como un sello.
-Somos muy felices en Sub Pop. Es hermoso formar parte de un sello con tanto legado. Nos bancaron mucho y nos hicieron sentir parte de esa familia. Somos libres de hacer lo que se nos cante y tenemos un diálogo muy abierto. Ha sido genial.
-Para terminar, digamos que estás en un callejón sin salida y del otro lado hay muchos ninjas preparados para matarte. ¿Qué canción de fondo elegÃs antes de arrancar a tirar piñas y patadas?
-Mmmm… Creo que serÃa What’s New Pussycat de Tom Jones. Quizás porque siempre suena en mi cabeza.