ENTREVISTA: Cibo Matto

abril 29, 2014

Si ya sacaste la entrada para Cibo Matto, seguí navegando tranquilx nomás. Si estás en la duda, quedate un rato; si no sabés quienes son, con más razón. Porque es una joyita que vengan, de verdad. Hipster, quienquiera que sea(mo)s, atendé: acá hay culto y revival, lo que te gusta a vos; pero esta es tu oportunidad de demostrar que sos mucho más profundx y divertidx que éso. Sigamos.

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Cibo Matto son Yuka Honda y Miho Hatori, dos japonesas «“de Tokyo»“ que se conocieron en Nueva York a comienzos de los ’90, durante la «era dorada del hip hop» y en pleno auge del grunge, con sede en la otra punta del país. Ellas sin duda están más cerca del primero (por ahí se dice que son la versión femenina de los Beastie Boys), pero pueden ponerse muy rockeras, de hecho la primera banda que formaron era de noise. Pero definir el género de Cibo Matto, nah, mejor decir que son un amigable y adictivo pastiche.

De haberse formado ahora, estarían fabricando sus discos a mano, pero por entonces la industria tomaba champagne y viajaba en jet así que tranquilamente podía destinar un vuelto a algún que otro grupito avant-garde (en Europa arrancaban Björk o Stereolab, por ejemplo). Buenos tiempos para los artistas también, que podían sobrevivir con muy poco dinero y pasarse el tiempo experimentando, tocando y haciendo sociales (ahora parece que los alquileres están caros en cualquier parte del mundo).

Cibo MattoLas chicas firmaron con Warner y en 1995 lanzaron Viva! La Woman, un disco hilarante que transita el pop, el funk, el soul y la locura misma. La voz de Miho es poderosa, ¿eh?, y los arreglos de Yuka bastante excepcionales. Llegaron a MTV, claro, con el desopilante video de Know Your Chicken y el de Sugar Water  (este tema lo tienen), inquietante como cualquier cosa que haga Michel Gondry. Ah, sí, sus amistades: Yoko Ono murió por ellas cuando escuchó su versión de Talking to the Universe  (fue idea de EMI: convocar bandas jóvenes «hip» para remixar algunas de sus canciones y que lleguen a un público más joven. Thurston Moore fue otro «hip» que participó del proyecto); después Sean se unió a la banda y fue novio de Yuka durante un tiempo.

Cibo Matto (significa algo así como «locura por la comida», y aquel disco habla mucho de éso, pero no es importante) lanzó un EP en el ’97 y un segundo álbum en el ’99, Stereo Type A, que sigue la línea, pero es menos chispeante quizá, aunque más orgánico. Y con el fin del milenio, si te he visto no me acuerdo. No, no se pelearon ni nada (son muy amigas; Miho habla de ellas como familia, pero más que como hermanas, como pareja, que cuando logra congeniar produce bellos retoños musicales), pero dejaron de componer juntas. Yuka sacó varios discos solista (se puede poner difícil), Miho también hizo lo suyo aunque lo más difundido es su interpretación de Noodle en Gorillaz.

Y de repente, como quien sale a comprar cigarrillos y vuelve el día de los enamorados con un regalo, aparecieron en febrero (el 14, sí) con un disco nuevo, Hotel Valentine. Las recibieron sus viejos fans y sus primos menores, la generación que miraba Buffy, la cazavampiros cuando ellas tocaban en el Bronze, el boliche de la serie; y los hermanitos de estos, que entonces apenas balbuceaban. A ellas dos, a sus 40 largos, se las ve exultantes y desenfadas como en sus comienzos. Están más lindas y todo.

Esta vez hicieron un disco conceptual «“dicen, pero a la vez no dicen nada para no cerrar la interpretación»“ que tiene de locación un hotel y de personajes a los huéspedes, las mucamas y una chica fantasma. No nos quejamos pero podría haber más canciones como MFN, que rescata un espíritu bien alegre y noventoso, o Emerald Tuesday, que es bien extraña, con algo entre jazzero y tropical «“o cada cual debería escuchar y sacar sus conclusiones»“. Hotel Valentine , con versión en español de 10th Floor Ghost Girl (Chica Fantasma) se va a editar en Argentina por cortesía de Tribulaciones, responsables también de traerlas y dejarnos vivir en vivo este saludable regreso.

Cibo Matto se presenta por primera vez en Argentina el jueves 8 de mayo en el Teatro Vorterix (Lacroze y Álvarez Thomas). Las entradas anticipadas cuestan $350 y se consiguen por Ticketek o, sin service charge, en disquería Rock & Freud (Arenales 3337, Local 2, Paseo del Sol).

*Textuales de Yuka Honda para Rocktails que era una picardía recortar para que encajaran en esta nota:

«Nunca sentí que fuera representativa de nada más que de mí misma. Cuando decimos «˜los «˜90′ estamos hablando de diez años; es una forma cómoda de marcar el tiempo, no tiene una razón cultural».

«Nueva York cambia todo el tiempo, es como una chica curiosa: ahora está en una etapa en la que le gustan las bebidas caras y la ropa de diseñador. Se está poniendo un poco conservadora y aburrida, pero está tranquila y segura».

«La verdad que no me interesan los hipsters. En mi época me tenía que cuidar de que no me robaran en la calle del Lower East Side. Sí, alguna gente es careta y puede ser molesto, pero dedicarles más tiempo que estos segundos… Esta obsesión con los hipsters me resulta más extraña que los hipsters mismos».

«Las dos sentimos que tenemos sangre latina en las venas. Las dos somos signos de fuego: no gusta divertirnos, bailar, comer, somos seres apasionados. Un tiempo fui a la milonga y me enteré que la milonga de Nueva York sería considerada obscena según el estándar argentino…»

«Con Miho nos dimos cuenta de que no somos exactamente «˜músicas’. Es más que queremos comunicar algo y usamos la música como vehículo. Amamos la música porque puede rebasar la mente y llegar directo al corazón. Es la mejor herramienta para comunicar lo que queremos porque las palabras están muy adheridas al sentido. Por eso no nos gusta explicar nuestra música».