Daniel Johnston en Argentina

febrero 4, 2013

El cantautor estadounidense se presentará en Niceto Club el próximo 8 de marzo. En esta nota repasamos la vida y obra de un genio obsesionado con el demonio y eternamente enamorado de la mujer equivocada.

Nacido en Sacramento en 1961 Daniel Johnston empezó a dibujar a muy temprana edad, bastante antes de iniciarse en la música, pero para cuando alcanzó los 19 años ya soñaba con ser  un nuevo beatle. Esto sólo podía imaginarlo, ya que en verdad prefería esconderse en el sótano de la casa  de sus padres para dibujar marcianos y grabar desafinadas canciones que luego regalaba a sus amigos.

Una de sus cintas más célebres de aquella época es Hi, How Are You, cuya portada muestra a un alien de ojos saltones, obra del propio Johnston, y que saltó a la fama luego de que Kurt Cobain luciera una remera con esta ilustración. La otra cinta es y Yip/Jump Music; ambas fueron registradas en 1983 con una grabadora Sanyo de apenas 60 dólares.

Johnston vive desde hace muchos años atrapado en su propia realidad, en ese universo paralelo que explica por qué ya pasados los 50 años continúa escribiendo sobre Laurie Allen, esa chica que le quitaba el sueño en sus años de estudiante y que terminó casándose con un empresario funerario. Laurie será en la vida y obra de Johnston un eterno amor no correspondido. Otros temas recurrentes en sus composiciones son el demonio, el inocente fantasmita Casper y el Capitán América.

Sus autobiográficas canciones, tan descarnadas y tenebrosas pero al mismo tiempo naif y frágiles pronto despertaron la curiosidad de figuras como el ya mencionado Kurt Cobain -quien lo definió como el mejor compositor vivo-; el creador de Los Simpson, Matt Groening, y Sonic Youth, entre otras bandas que integraban la comunidad indie de la época.

En 1994 se le presentó la gran oportunidad de convertirse en un artista masivo de la mano del sello Atlantic Records, compañía que intentó matizar sus crudas y vidriosas canciones con el toque alternativo que por aquellos años arrasaba en las listas de hits. El resultado fue Fun (1994), álbum que vendió cerca de 12.000 copias, pero lamentablemente, tuvo como contracara el agravamiento de la salud mental de su autor. Johnston no pudo volver a grabar un disco de estudio hasta siete años después, cuando Rejected Unknown (2001) fue editado.

Por su parte, Jeff Feuerzeig, supo de la existencia del cantautor californiano a finales de los 80s y pasó diez años recopilando información sobre el genio atormentado. Así nació The Devil and Daniel Johnston (2005), un documental sobre la locura, la creatividad y el amor con el rostro de este cantante de folk lo-fi que nunca aprendió a tocar muy bien el piano ni la guitarra.